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Tres muertos y 20 heridos tras violenta marcha supremacista en EEUU

La polémica marcha de blancos supremacistas "Unir a la derecha" provocó violentos enfrentamientos. Un joven de 20 años, detenido por atropello "premeditado"

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La polémica marcha de blancos supremacistas "Unir a la derecha" provocó hoy violentos enfrentamientos en la ciudad estadounidense de Charlottesville, estado de Virginia, que dejaron tres muertos y más de 20 heridos.

Una de las muertes se produjo cuando un automóvil arrolló premeditadamente a un grupo de opositores a la manifestación y las otras dos al estrellarse un helicóptero policial.

En rueda de prensa, el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, señaló que al fallecido en el atropello de manifestantes opuestos a la marcha en el centro de la ciudad había que sumar un piloto y un pasajero de un helicóptero de la policía estatal que se estrelló a las afueras de Charlottesville.

"Estamos tratando lo sucedido como una investigación por homicidio criminal", dijo a los periodistas Al Thomas, inspector de policía de la ciudad, quien no comentó las circunstancias del accidente del helicóptero.

A última hora de la noche las autoridades estadounidenses acusaron formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años y natural de Ohio, como presunto autor del atropello.

Fields, de raza blanca, fue detenido poco después de arrollar a un grupo de personas que protestaban contra la marcha de blancos supremacistas "Unir a la derecha" que tuvo lugar esta mañana en la ciudad, y donde se produjeron violentos choques entre manifestantes y opositores a ellos.

El joven veinteañero, residente en Maumee (Ohio), se encuentra detenido en la cárcel del condado de Albermarle-Charlottesville.

Thomas aseguró que el atropello fue un acto premeditado.

Fuentes hospitalarias del Centro Médico de la Universidad de Virginia confirmaron que hubo un fallecido como consecuencia del atropello y 19 heridos que estaban recibiendo tratamiento médico.

Agregaron que al parecer otras 15 personas resultaron heridas en los choques violentos de la mañana del sábado.

En una breve comparecencia, el presidente estadounidense, Donald Trump, reprobó los violentos hechos ocurridos en la ciudad de Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia y situada a algo más de 300 kilómetros al suroeste de Washington.

"Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes. Múltiples partes", indicó Trump en una declaración desde Bedminster (Nueva Jersey, EEUU), donde pasa sus vacaciones de verano.

El suceso ocurrió cerca de las 13.00 hora local (17.00 GMT), poco después de que el gobernador McAuliffe declarara el estado de emergencia en la ciudad por los enfrentamientos.

Trump matizó, no obstante, que "esto ha estado sucediendo por mucho tiempo en nuestro país - no con Donald Trump, no con Barack Obama" y "no tiene cabida en EE.UU.".

El mandatario no hizo referencia expresa a los supremacistas blancos que organizaron el acto, pese a que la marcha contó entre sus participantes con conocidas figuras de la derecha nacionalista estadounidense, como David Duke, antiguo líder del Ku Klux Klan.

"Vamos a cumplir con las promesas del presidente Donald Trump y retomar el país", dijo Duke en declaraciones recogidas por la CNN momentos antes de conocerse el mortal atropello.

La polémica concentración "Unir a la derecha" se organizó en protesta por la retirada de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), y que ya generó choques violentos el viernes por la noche en el campus universitario de la ciudad.

La manifestación ha sido descrita como "el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en EE.UU." por el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.

Jason Kessler, organizador del evento, había subrayado en un comunicado que se trataba de defender la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión y respaldar a "los grandes hombres blancos que están siendo difamados, calumniados y derribados en Estados Unidos".

Marchas y protestas similares a la de Charlottesville han tenido lugar durante los últimos meses en otros lugares del sur del país donde las autoridades decidieron retirar simbología confederada.

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