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Huelva

Fiestas patronales de la Cinta en Huelva con mucha historia

Hasta mediados del pasado siglo eran los festejos más celebrados por la ciudadanía onubense; la plaza de La Merced y las calles de su entorno se engalanaban

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Hasta mediados del pasado siglo, la ciudadanía onubense celebraba con mayor esplendor sus fiestas patronales en honor de la Virgen de la Cinta que otras conmemoraciones y festejos populares, como las Colombinas y San Sebastián, que también eran jornadas muy festivas en nuestra ciudad. Alrededor de La Cinta se llevaban a cabo los festejos más importantes de aquel grupo social que poblaba la capital y que le daban un aire encantador por el escaso número de habitantes que tenía la ciudad.

Y, para la ocasión, la céntrica plaza de La Merced y las calles de su entorno se engalanaban para la ocasión con banderolas, mantones de Manila, gallardetes e iluminación especial, destacando que el templete de la plaza mercedaria, epicentro de las fiestas, servía como pabellón municipal, es decir la caseta oficial del Ayuntamiento, donde se celebraban bailes y recepciones mientras que las calles de los alrededores también se veían llenas de establecimientos donde degustar bebidas y, de forma especial, el típico ponche onubense mientras se escuchaban las notas juncales de la música que interpretaban las Bandas de Infantería Granada y Municipal que amenizaban los festejos con sus interpretaciones.

Simultáneamente, se organizaban diversas actividades de índole deportiva. En el año 1902, fecha a la que corresponden las fotografías que ilustran este reportaje, las carreras de bicicleta y las competiciones náuticas en la ría se llevaron la palma no solo de participación sino también de presencia de onubenses para contemplarlas y vivirlas. De manera especial, por sus propias características, la cucaña, que se llevaba a cabo tras las regatas, era la prueba que acogía más cantidad de participantes de las competiciones que tenían lugar en nuestra ría.

En estos días tampoco faltaban las actividades religiosas, aunque en esta época, comienzos del siglo XX, era costumbre efectuar el traslado de la Virgen de la Cinta a la ciudad, a la Iglesia de San Pedro, una vez pasada su festividad y entonces, a mediados del mes de septiembre, llevar a cabo su novena a la que, como sucede en la actualidad, acudía numerosas personas que mostraban su amor a la patrona de Huelva.

Todos a la calle
Y los habitantes de la pequeña ciudad que, por entonces, era Huelva se echaban a la calle para celebrar estas festividades, paseando por la Vega Larga, plaza de La Merced y zonas adyacentes, compartiendo con amigos y vecinos la alegría que les suponía los actos en honor de la Virgen de la Cinta.

La ciudadanía de entonces, compuesta por unos 20.500 habitantes, se echa a la calle para disfrutar de estos festejos que tenían lugar en los primeros días del mes de septiembre. En la actualidad, aunque las cosas hayan cambiado mucho, los onubenses también buscamos, durante estos días, la zona de la plaza de La Merced y sus alrededores para seguir viviendo los actos festivos en honor de la Virgen de la Cinta, aunque también hay un amplio espacio en la zona de La Orden. Lógicamente, algunas cosas han cambiado pero hay otras que perduran en el tiempo. 

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