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El pobrecito hablador

Todo son ventajas

No te preocupes, nadie te molestará si portas yugos, flechas, esvásticas o fotos de señores con cara agria

No entiendo a toda esa gente que se mesa los cabellos, se rasga las vestiduras y se hace cruces ante todo este follón de las elecciones del uno de octubre. Si es que en el fondo son todo ventajas. Sólo basta tener la clarividencia de un presidente del gobierno que no sabe por qué cae agua del cielo.

Pensadlo fríamente. A partir de ahora, olvidaos de las interminables colas en aeropuertos y estaciones de tren, de los arcos de seguridad y los detectores de metales. Los agentes del orden sólo van a buscar armas peligrosas como papeletas y carteles. Se abrirán nuevas escuelas para amaestrar perros, pero ahora especializándolos en la detección de tinta.

Para asegurar tu hogar y tu negocio, no vas a necesitar sacarte una licencia de armas, ni contratar costosas alarmas; con poner una impresora bien visible a la vista de todos, harás huir aterrorizado a cualquiera que intente atentar contra tu integridad o la de los tuyos.

Si eres uno de esos melancólicos del brazo en alto y el NODO, no te preocupes, nadie te molestará si portas yugos, flechas, esvásticas o fotos de señores con cara agria o aria. Mientras que no le añadas una urna, no corres peligro.

Incluso para aquellos que se dedican al tan español arte del trinque, las posibilidades que se abren ante ellos son ilimitadas. Sus sobres cargados de dinero negro, de prebendas y prevaricaciones pasarán inadvertidos, siempre que no lleven el logotipo del Govern.

Habrá un repunte en el sector de la construcción, porque alguien tendrá que ampliar los juzgados y las cárceles para meter a setecientos cincuenta alcaldes con sus correspondientes concejales. Eso o los vendedores de carpas se van a hacer de oro.

Ya no pasa nada con el dinero perdido en el rescate a los bancos, ni siquiera es noticia que Gallardón haya sido imputado por malversar. Venezuela ha desaparecido de las portadas, y digo yo que será porque ya pueden atar a los perros con longanizas.

Y lo más importante: podrás dejar de preocuparte, si es que eres de los que lo haces, por la defensa de los derechos civiles. Total, no te va a quedar nada que defender.

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