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Jaén

“El teatro me lo ha dado todo y poder cantar me realiza”

La capacidad interpretativa y versatilidad de Paz Ortega (Jaén, 1981) la han convertido en una actriz respetada y compagina más de 20 montajes teatrales...

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  • Paz Ortega. -

Se acercó al teatro siendo adolescente y no dudó en hacer de esta rama de las artes escénicas su profesión. Hoy es una de las actrices de la capital más reconocida por el público y respetada por la profesión, con una gran capacidad interpretativa y una versatilidad que le permite estar en activo en más de 20 montajes teatrales.

Paz Ortega (Jaén, 1981) es Licenciada en Interpretación Textual por la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba y se ha formado en Interpretación Audiovisual, Dirección Cinematográfica y canto. Sólo se marchó de Jaén para formarse y cuando volvió, su realidad ha sido lo que siempre soñó: vivir de la interpretación.

Lleva trabajando desde los 23 años, pero se subió al escenario siendo adolescente, en su instituto y con la compañía La Paca, a través del programa ‘Acércate al Teatro’. “Estuve con La Paca tres años y cuando me licencié, llamé a su puerta y me dieron trabajo”, recuerda. Y con ellos sigue, en montajes como ‘Escuela Miguel Hernández’, que del 20 al 25 de noviembre recorrerá la provincia;  ‘A jugar con Lorca’ y ‘La leyenda del Cid’, entre otros.

Las compañías jienenses se la rifan. Con ‘Teatro Animahist’ está en ‘Todo queda en casa’ y el musical ‘Érase una vez’. Con la compañía ‘Pespunte Teatro’ ha hecho ‘Relájate tía’ (2015), obra finalista en el Certamen de Artes Escénicas del Instituto Andaluz de la Juventud; y con ‘Dieciséis Vente Producciones’ es parte del elenco de actores de ‘Salvajes’ (2014).

Mujer todoterreno, vive su día a día entre ensayos teatrales, clases de canto y preparación de textos. “La interpretación es mi vida. Me gusta el teatro porque remueve a las personas, crea conciencia y enseña”, defiende.

Entre su público están los niños y si le gusta interpretar para ellos, también formarlos como profesora de teatro.

En audiovisual, ha hecho un episodio en la serie ‘Hospital Central’ y ha sido personaje de reparto en la película ‘Cordura’, de Miguel Ángel Sánchez, en 2006. También representa visitas teatralizadas sobre noches de miedo. 

“Estoy muy contenta por poder vivir de lo que más me gusta, aunque a veces se sobrevive. Soy afortunada porque desde que comencé nunca me ha faltado trabajo”, agradece una actriz que emana expresividad, que habla con sus gestos, con sus manos.

Su experiencia sobre las tablas hace que ninguna obra sea idéntica a la primera vez que la puso en escena, ya que Paz Ortega siempre hace suyo el texto, lo domina y le suma matices que le dan personalidad como actriz. Los años no le han restado los nervios, que para ella son “necesarios”, ya que es una “forma de respeto al público”.

Artista creativa, su expresividad la engrandece interpretando y cantando, dos facetas en las que se siente especialmente cómoda. “No sabría decir qué me gusta más. El teatro me lo ha dado todo y cantar me realiza”, valora.

Desde 2013 forma dúo musical con el cantautor Rafa Álvarez y uno de sus espacios preferidos para cantar, por la intimidad a la que invita, es la sede de la compañía Conchinchina, con la que recientemente se ha subido al escenario con ‘En el paraíso’, una obra en la se ha involucrado en su proceso de creación.

Le regalaron una guitarra acústica y aún no se ha atrevido a componer. “Es un proceso íntimo que requiere tranquilidad y ahora no la tengo, pero no lo descarto”, dice una mujer que ha encontrado en la música el camino para fomentar su vena dramática.

A sus 36 años considera el teatro Darymelia como su “segunda casa”, mira el presente con ilusión y pone sus vistas en el futuro. “No me gustaría dejar de actuar nunca, aunque me atrevería con la producción y dirección de teatro”, reconoce una artista que, por el momento, no se plantea crear escuela con una compañía propia.

Estrenar en Jaén siempre le impone y para ella no hay un escenario mejor que otro. “Para mi es más importante el momento que el escenario. Es lo que me hace experimentar lo que el teatro me provoca”, apunta.

Necesita del público, pero reconoce que “se echan de menos caras nuevas” en los espectáculos, ya que compañeros y familias siempre están. “No sabemos cómo hacerlo. Necesitamos más públicos, que se nos vea más”, termina.

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