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Las banderas no ondean en la luna

La justicia y las medidas políticas no salvan, la sociedad guarda minutos de silencio, contra este genocidio nadie hace ondear banderas

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En plena guerra fría, norteamericanos y rusos llevaron su pugna por lasupremacía al espacio. Los rusos se adelantaban siempre, primera órbita terrestre, la perrita Laica. Había que dar un golpe de efecto que dejara atrás todos los logros soviéticos: enviar hombres a la Luna. A finales de los sesenta el mundo entero pudo ver en sus pantallas el alunizaje. Después de esos pequeños pasos para el hombre y gran paso para la humanidad la cosa no se repitió. Han pasado más de cincuenta años y nadie ha vuelto a pisar esa Luna donde Estados Unidos plantó su bandera. ¿O los cohetes han subido mucho de precio, o no interesa, o nunca sucedió? Uno de los argumentos de más peso para cuestionar que este viaje fuera real es la banderita porque si en la Luna no hace viento cómo es posible que la viéramos ondear.

¡Ay, las banderas que de problemas traen! Ahí tenemos a Cataluña en la misma situación, se declaró la independencia, no se declaró, fue una declaración de atrezo para hacerse la foto. Los nacionalistas españoles están hechos un lío, no saben si pueden retirar ya la bandera para poner los adornos de navidad y los catalanes tres cuartos de lo mismo.

Mientras la realidad sigue azotando sin que haya movilizaciones masivas. A las puertas de un colegio de Elda una joven de veintiocho años ha sido asesinada mientras recogía a su hijo que presenció toda la escena. Había denunciado, tenía orden de alejamiento, unos días antes denunció amenazas telefónicas. De las primeras denuncias le cayeron al asesino poco más un mes de trabajo comunitario, de la última una amonestación, el juez de guardia decidió dejarlo libre. Una libertad que usó para que su hijo se convirtiera en el huérfano número veintitrés de este año. Legalmente a su madre no le había quedado nada más que hacer para defenderse. Los fallos del sistema son tan evidentes que no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza a los que dicen que la culpa la tienen las mujeres por no denunciar. Porqué la violencia hacia las mujeres no está en los primeros puestos de la lista de las preocupaciones de los españoles que leen los políticos para llevar a cabo sus campañas electorales.Por qué si hay un registro de delincuentes sexuales, no hay uno de agresores machistas. La justicia y las medidas políticas no salvan, la sociedad guarda minutos de silencio, contra este genocidio nadie hace ondear banderas.
 

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