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Obligados a vivir junto a una ‘selva’ en el número 5 de Taxdirt

Vecinos del nº7 de esta vía denuncian el abandono de un solar anexo desde hace 10 años y propiedad de la Junta tras demoler viviendas para su rehabilitación

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  • Una vecina afectada señala el solar. -
  • La presencia de ratas y culebras es cada vez más continua en la azotea de esta casa de vecinos

“Esto ya no es un solar, es una selva, si fuera mío ya estarían encima para que lo hubiera limpiado”. Son palabras de Ana María Vega, una de las tres familias propietarias de la casa de vecinos del número 7 de la calle Taxdirt, que lleva desde el pasado mes de junio presentando escritos en la Delegación de Medio Ambiente para pedir que la limpieza del local anexo a su edificio, en el número 5. Unos terrenos, propiedad de la Junta, en los que la concentración de jaramagos es tal, con dos árboles y ramas constantemente golpeando su tejado, que a estas alturas lo que se vislumbra desde la azotea de Ana María tiene más similitudes  “con una selva” que con una finca donde hasta hace diez años vivían casi una decena de familias.

“Solo pedimos que lo limpien, no nos metemos en que edifiquen o no"


“Ahí había una casa de vecinos de un particular, pero la vendío a la Junta. Aquí vinieron, derrumbaron y ahí se quedó. El compromiso de la Junta era hacer nuevas viviendas y que los vecinos volvieran tras la rehabilitación para seguir pagando un alquiler, pero nunca se hizo nada más”. Al final, estas familias fueron reubicadas en otro edificio nuevo de viviendas en la calle Cantarería, y en los terrenos aledaños a la casa de Ana María y otras dos familias más nunca hubo más actividad hasta hace dos años que vinieron a limpiarlo. “Dejaron el solar con la tierra, sin nada de matojos, pero estamos hablando de casas que tenían pozos y la humedad del suelo hace que las hierbas crezcan el doble”, explica.  
Tras pasar un verano asustada por que el pasto seco saliera ardiendo y prendiera todo el terreno, y con él toda su casa -los bomberos han estado por allí en dos ocasiones- los problemas de humedad en sus viviendas y la presencia de ratas y culebras que suben por las ramas de los árboles y se cuelan en su azotea, también forman parte de su día a día.


“Solo queremos que se limpie, como hicieron hace dos años. Está totalmente abandonado, no nos metemos en que edifique o no, pero lo que no puede ser es que la Junta exija mucho a todos que tengamos todo limpio, y ellos no den ejemplo”, se queja.

Es propiedad de la Junta
Lo último que le han dicho en Medio Ambiente hace solo unos días, es que ya le han dado curso a su aviso, por lo que el miércoles acudió a las oficinas de la Junta en calle Francos.
De allí casi se vino tal y como entró. “Rellené otro papel y me mandaron a Medio Ambiente, con los que dicen que están coordinados y son más eficientes.Es de vergüenza porque te sientes impotente después de que el barrio está dejado de la mano de Dios”, concluye.

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