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El cofrade Iván Lozano describe la experiencia del costalero

Pronunció emocionado el XVII Pregón del Costalero de la hermandad del Prendimiento

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  • Iván Lozano ofreció un pregón muy emotivo. -

El cofrade Iván Lozano Soto pronunció en el teatro Olivares Veas el décimo séptimo Pregón del Costalero que organiza la hermandad del Prendimiento. Fue presentado por su hermano Raúl, delegado municipal de Fiestas y Deportes en el Ayuntamiento arcense. Raúl Lozano, tras esbozar unos datos biográficos, dijo de su hermano que es un hombre de corazón cofrade que pertenece hasta cuatro hermandades, una de ellas la de la Trinidad de Sevilla. Sus inicios como costalero fueron debajo del paso de la Quinta Angustia, el Viernes Santo arcense, aunque expresó que su “debilidad” es la Virgen de la Amargura de las Tres Caídas.

Ya en el pregón, Iván Lozano fue describiendo los sentimientos que lo asaltan a medida que se va acercando la Semana Santa tras el inicio del año, en una especie de carrera ansiosa que le conduce a su encuentro con sus sagrados titulares. “Todo mira al cielo: los cirios, las flores, el incienso, los varales, las cruces y las miradas; todo, todo mira al cielo. Y mientras, abajo, ahí debajo, bajo ese telón de terciopelo penitencia y entrega , se esconde el alma fuerte de los portadores del evangelio de los pobres, de ese evangelio que solo los limpios de corazón saben leer. Sobre los pies caminando, al paso de una buena cuadrilla, triunfal entrará Cristo en Arcos montado en su borriquilla. Que Cristo quiere ir caminando por esta Jerusalén celeste, necesita que marquen sus pasos, que lo acerquen a quien se pierde; el anhelo por ir al cielo, desboca el alma que se entrega. Tras dos meses de ensayo, por fin se acabó la espera. Cristo rezará en su huerto bajo una luna de pena llena, Cristo verá sus carnes abiertas por una jauría de fieras, marcando suave su paso, será presentado ‘prendío’. Bajo una túnica blanca, lo humano se convirtió en divino. Se hace el Evangelio materia para ser alimento del pobre. Se hace la palabra madera y carne rasgada en azotes. ¡Nazareno hacia un Calvario!  De llanto, suplicio y fatiga, alivia el dolor costalero, levántalo de sus Tres Caídas. Belleza morena del Barrio, Madre de mis anhelos, Amargura de mis abuelos, ¡déjame elevarte al cielo!”.

Sus últimas palabras fueron: “Y no me despido de Ti, tenemos algo pendiente. Me pondré bajo tu mando en esa tu cuadrilla celeste. Y volverá a alzarse el martillo, sonará tu voz potente, ¡y por fin cumpliré mi sueño de ser tu costalero por siempre!”.

El acto quedó clausurado por el hermano mayor del Prendimiento, Santiago Barrera, y por la primer teniente de Alcalde, Ana Carrera, que así representó al Ayuntamiento de la ciudad.

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