Al menos dos personas resultaron hoy heridas de gravedad debido a nueva explosión en el área suroeste de Austin (Texas, EEUU), sin que se sepa si el suceso tiene que ver con la reciente explosión de dos paquetes bomba, informó la policía.
El Departamento de Policía de Austin (Texas) informó de que tras la explosión, los servicios sanitarios trasladaron de urgencia a dos jóvenes varones con heridas de gravedad.
Por el momento, el estado de ambos no parece poner en peligro su vida, según confirmó el jefe de Policía de Austin, Brian Manley, en una rueda de prensa en el lugar de los hechos.
Manley también explicó que el equipo especial de explosivos de la policía investiga el descubrimiento de otra "mochila sospechosa" localizada en la zona, aunque aseguró que la situación está bajo control.
Este nuevo incidente aumenta la preocupación de la comunidad, puesto que es la cuarta explosión en menos de un mes que tiene lugar en la capital texana.
En las anteriores, días atrás, dos hombres afroamericanos perdieron la vida y dos mujeres, una de ellas de origen hispano, debieron de ser hospitalizadas con pronóstico reservado debido a las lesiones sufridas por la explosión de paquetes bomba.
El suceso se produce justo el mismo día en el que las autoridades ascendieron a 115.000 dólares la recompensa para toda aquella persona que proporcione información útil para resolver esta serie de casos.
El nerviosismo también alcanzó al festival cultural South by South West (SXSW), que se ha celebrado estos días en Austin, cuando una amenaza de bomba obligó a cancelar varios eventos en la noche de este sábado en una de las salas de conciertos de la ciudad.
En este caso, la policía local consiguió detener al sospechoso, un joven de 26 años que fue puesto a disposición judicial horas más tarde acusado de un delito grave por amenaza terrorista.
Sin embargo, en el caso de los paquetes explosivos, que se cree responden al mismo autor, el Departamento de Policía, junto al FBI, continúan sin esclarecer los motivos ni los responsables de estos hechos.
Los agentes de seguridad recomiendan a todas las personas que no abran ni manipulen correspondencia que no esperen o de la que desconozcan su destinatario.