Porque el periodismo tiene que ser comprometido. Porque los periodistas no pueden ni deben mirar para otro lado. Porque la mujer y los derechos humanos deben estar en el centro de las reivindicaciones. Por todo ello resultó suficientemente emotivo el acto central del vigésimo quinto aniversario de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Málaga, a la que, por encima de los discursos institucionales, puso pasión, dolor y esperanza el relato de Caddy Adzuba, la periodista de República Democrática del Congo y premio Princesa de Asturias 2014.
Adzuba, comunicadora, abogada y activista por los derechos de la mujer y la paz, actualmente utiliza los micrófonos de Radio Okapi, la emisora de la ONU en la República Democrática del Congo, gestionada al 100% por mujeres, y creada para ayudar a las mujeres víctimas de la violencia sexual a rehacer sus vidas. “Llevo dieciocho años haciendo periodismo de paz en un país en guerra.
Aprendí de la vida, sobre el terreno”, comenzó Adzuba en una conferencia cuyos detalles sobre las violaciones de mujeres como estrategia de guerra dejó flotando en el ambiente una nube de responsabilidad por parte de los países occidentales, acostumbrados a generar conflictos a los que luego vuelve la espalda.
La activista aprovechó “como cada vez que tengo ocasión” para denunciar los horrores de la guerra en su país, “dónde se maltrata, viola y mutila a mujeres con total impunidad”. Así, dijo que “trabajamos un grupo de mujeres amenazadas de muerte en un contexto de violación sistemática de los Derechos Humanos”, para denunciar la situación que vive la RDC “en una guerra fratricida por controlar el comercio del coltán (mineral básico para la fabricación de los nuevos móviles), y asfixiada por los intereses y las luchas entre multinacionales”.
La Facultad de Comunicación le rindió homenaje bautizando esta mañana uno de sus laboratorios como “Aula de Radio Caddy Adzuba”.