A Cádiz todo le llega del mar. Esta ciudad no sería ciudad si no estuviera rodeada de agua salada, como si flotara eternamente en una deriva encallada a un fondo de rocas. Esa vinculación irrompible a lo largo de los siglos es la que ha llevado a la compañía naviera Fred Olsen a elegir la capital gaditana como el enclave perfecto para celebrar su 170 aniversario. Más de cinco mil personas, procedentes de cuatro buques, fueron las invitadas a la fiesta. Capitanes uniformados, turistas perdidos por las calles y bailes por bulerías, todo regado con vino de la tierra. Un amplío programa de actividades dentro del 'The captains in Cádiz', que ha sido organizado por la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento.
Los cuatro buques de la compañía, el ‘Boudicca’, ‘Black Watch’, ‘Balmoral’ y ‘Braemar’ permanecieron atracados desde las 8 de la mañana y fueron recibidos por la banda de música Los Sones de Cádiz, que amenizó la bajada de los pasajeros como bienvenida.Porque "Cádiz is wonderful", tal y como expresaba en el acto oficial de bienvenida Mike Rodwell, director general de la naviera noruega, quien también destacó el potencial de Cádiz a nivel crucerístico gracias a su “muelle tan cercano al casco histórico”. Y es que no sólo es una ciudad maravillosa, sino que además es cada vez más internacional. Esa era realmente la clave de este encuentro. Más allá del número de visitantes, el aniversario y la fiesta en sí, la importancia residía en la visibilidad a nivel internacional que está adquiriendo Cádiz en ese largo camino de convertirse en puerto base de cruceros.
En este punto coincidieron los representantes políticos a nivel autonómico, provincial y local que estuvieron presentes en el acto. Tras dar la bienvenida y agradecimientos pertinentes a la naviera por elegir esta ciudad para tan marcada ocasión, José Belizón aprovechó para destacar el papel de la Junta en el proyecto de integración del puerto-ciudad. Uno de los mayores retos urbanísticos para Cádiz que sigue avanzando lentamente.
Por su parte, el alcalde José María González -quién se dirigió a los asistentes brevemente en inglés antes de dar paso a un traductor que hizo llegar su mensaje a los presentes- indicó que desde el Ayuntamiento “estamos trabajando con mucho esfuerzo para lograr que nuestra ciudad se haga un hueco en el turismo marítimo y de cruceros mundial. También intervinieron Irene García, presidenta de la Diputación, y José Luis Blanco, presidente de la APBC, quienes se limitaron a agradecer a la naviera su presencia y desearles una buena estancia en la ciudad.
Finalizadas las formalidades y el intercambio de obsequios, la verdadera fiesta continuó con música en directo bajo el duro sol del medio día extendiéndose hasta la partida. A las 17.00 horas los cuatro buques, con sus 5.000 navegantes a bordo, se despedían de la costa gaditana con expectativas firmes de retorno.