“Buscamos un enterramiento colectivo importante. Eso se tiene que detectar bien”. Son palabras de Lázaro Lagóstena, director del proyecto de investigación de la Universidad de Cádiz (UCA) junto con el también profesor José Antonio Gil, este lunes a pie del terreno en el primero de los tres días proyectados para la localización de posibles fosas comunes de represaliados de la Guerra Civil y la dictadura franquista. Es mediodía y ya han finalizado la primera parte de los trabajos con el georradar grande y motorizado en la pista deportiva de La Constancia -una de las zonas calientes “porque parece ser que hay una de las fosas que buscamos”- junto al parque Scout, y calles adyacentes como Ventura Núñez y Juan Antonio Romero.
El equipo capitaneado por Lagóstena, con casi una decena de personas entre investigadores, técnicos que se están doctorando y profesores, no deja nada al azar. De hecho, han realizado el recorrido de las pistas en los dos sentidos para “cubrirla por completo”. Ahora toca pasar georradar manual, al contar la zona que van a analizar con bastante mobiliario urbano y árboles. En total son 7.000 metros cuadrados los que van a explorar hasta mañana y la previsión es que en un mes aproximadamente esté el resultado de esta detección geofísica, según las estimaciones del director del proyecto, pues hay mucha labor de descarte de esta radiografía del subsuelo (tuberías, cableados eléctrico, etc.) hasta llegar a la señal que reúna las condiciones de una fosa del tipo de la que están buscando.
“Hay una importante (por la fosa) que es la que estaría ubicada en la parte protestante o no católica del cementerio que estaba en el mismo parque, entre el parque y la pista, y hay otras en la calle de enfrente, en José Cádiz Salvatierra desde la rotonda de Juan Holgado hacia el parque. Ahí hay otra alteración importante y hay una fosa dentro del cementerio católico (Santo Domingo)”, mientras que las otras dos -según los estudios- estarían bajo edificios construidos, por lo que no podrán llegar hasta ellas. No pueden precisar mucho, pero fosa más grande que les lleva a la pista podría tener a “varios centenares de personas” y las cifras podrían ser incluso mayores y con un mínimo de longitud de 20 metros. Eso sí, los investigadores también son prudentes y aunque destacan la alta fiabilidad de estos equipos, también sostienen que independientemente de las expectativas depositadas por la información que baraja la Asociación de Familiares y Amigos de la Recuperación de la Memoria Histórica, cuyo presidente Amaro de la Calle asistió ayer a los trabajos, “el resultado puede ser otro”. “Sacamos un mapa del subsuelo que ya tiene una información, y ya luego los arqueólogos podrán comprobar”, precisa.
Una vez concluida la búsqueda pura y dura sobre el terreno, tendrán por delante un intenso trabajo de procesamiento de datos para analizar las señales extraídas del subsuelo con sistema de posicionamiento GPS. Pero, como muchos se preguntan estos días...¿son capaces sobre la marcha de detectar una alteración que les indique que hay una fosa común? Tal y como aclara Lázaro Lagóstena, si es “gorda” sí la captarán pero no sabrán interpretarla hasta que no realicen el siguiente proceso con un software especial para analizar los datos. Lo que sí van viendo in situ es que se está tomando datos correctamente y la profundidad a la que llega.
Exhaustivos para excavar
El procedimiento, una vez finalizada la detección geofísica y extraídos e interpretados los datos, será derivarlos a Diputación, donde los técnicos y arqueólogos que llevan el proyecto se encargarán de hacer los sondeos para comprobar que efectivamente los vestigios que hay se corresponden con las fosas y con muertes violentas para, a partir de ahí, programar la exhumación, como se ha hecho en otros casos recientes como el parque urbano de El Mayeto, en Rota, hace un año. Además, tratan de ser lo más exhaustivos que pueden a la hora de facilitarle la ubicación con las coordinadas posibles para “excavar muy puntualmente en el lugar donde le indiquemos y así no tienen que estar ahí abriendo catas por doquier”.