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Cádiz

Gente sin casa, casas con turistas

El movimiento ‘Calle Viva’ surge para luchar contra la turistificación en Cádiz

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  • Turistas en las calles de Cádiz. -
  • Existen más de 300 pisos turistícos en la plataforma de alquiler vacacional Airbnb
  • Unas 6.545 personas están inscritas en el Registro de demandantes de viviendas

En la ciudad hay actualmente casi 5.000 pisos vacíos pertenecientes a propietarios, particulares o sociedades, que mantienen los inmuebles considerándolos, más que como una necesidad, como un plan de inversión a largo plazo. Esto sin duda está copando el problema de la vivienda en Cádiz. Mientras tanto, por otro lado, son unas 6.545 personas las inscritas en el Registro de demandantes de viviendas, de las que cuales 3.521 tienen unos ingresos inferiores al IPREM. Como si estos datos no fueran lo suficientemente alarmantes, hay que sumar el problema de la turistificación, cada vez más en alza en el casco histórico de la ciudad.  

Queremos luchar por el derecho a la ciudad, recuperar el papel social de la vivienda como derecho y acabar con la turistificación”

Precisamente contra este último ha surgido la plataforma Calle Viva, un movimiento activista que se autodefine como “laboratorio de resistencia ecourbano”. Empezaron a reunirse a mediados del pasado mes de octubre y desde entonces se encuentran preparando una campaña informativa que saldrá entre finales de diciembre y principios de enero. “Desde el colectivo queremos luchar por el derecho a la ciudad, recuperar el papel social de la vivienda como derecho y acabar con la turistificación”, señala Daniel Franco, integrante del movimiento. Aclara que “no estamos en contra del turismo, ya que es algo que da beneficio, pero sí que lo estamos del modelo turístico actual que expulsa a la gente de los cascos urbanos de la ciudad y del modelo precario que genera ese modelo”. Aunque no se trate de un sindicato de vecinos, como los que están germinando en otras ciudades afectadas por la turificación como Barcelona y Madrid, “también englobamos a los vecinos y las vecinas, hemos establecido contacto con gente de los sindicatos catalanes y estamos basados en ese movimiento”.  

Calle Viva está formado actualmente por unas diez personas jóvenes que han decidido plantarle cara al modelo turístico que ahoga el mercado de viviendas de alquiler en la ciudad. En plataformas como Airbnb existen más de 300 viviendas vacacionales en la capital que se alquilan por día. Este modelo provoca que los pisos de alquiler de larga estancia disminuyan a la vez que se engordan los precios por la alta demanda. También expulsa de los cascos urbanos a la publación joven, obligándoles a desplazarse hacía los extrarradios.

“No es aceptable obtener salarios de 800 o 900 euros gracias al turismo y que no haya una vivienda digna por menos de 700 euros en muchos barrios de intramuros, teniendo que instalarse incluso fuera de la ciudad en Puerto Real, San Fernando o Chiclana”, señalan José Molanes  y Jesús Rodríguez miembros de Calle Viva. “Hay que garantizar la función social de la vivienda y para ello es necesario empezar a acabar con la especulación y poner límites a la apertura de nuevas viviendas turísticas”, añaden. Los vecinos interesados en el movimiento pueden contactarles en su página de Facebook.

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