La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a J.C.C., un varón de 54 años de edad, a siete años de prisión por un delito de lesiones agravadas después de disparar con una escopeta de perdigones en la pierna derecha a un vecino de su mismo bloque en Sevilla capital, el cual sufrió la amputación del miembro inferior afectado como consecuencia de las heridas causadas.
Tras el juicio celebrado el pasado 20 de febrero en la Sección Primera y una vez alcanzado un acuerdo de conformidad entre las partes, el tribunal ha dictado sentencia y ha condenado al acusado a siete de años de prisión y a 20 años de alejamiento e incomunicación con la víctima.
Asimismo, según el fallo, con fecha de 21 de febrero y al que ha tenido acceso Europa Press, la Sala ha condenado a J.C.C., en prisión provisional por estos hechos, al pago de una indemnización de 250.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los perjuicios ocasionados.
De otro lado, el tribunal ha estimado como agravante que el acusado, que reconoció los hechos durante la celebración de la vista oral, es reincidente, toda vez que éste fue condenado a 21 meses de prisión en 2013 a un delito de maltrato habitual sobre la mujer y a dos delitos de lesiones leves, y de otra parte, ha puesto en valor como atenuante la anomalía psíquica que presentaba.
El tribunal especifica que los hechos probados e imputados al acusado, por expresa conformidad de las partes y reconocidos por J.C.C., son constitutivos de un delito de lesiones muy graves.
La Sala considera probado que el condenado, J.C.C., en la madrugada del 18 de noviembre de 2017 estaba en su vivienda ubicada en la barriada sevillana de Torreblanca cuando acudió a la vivienda de su vecino y a la postre víctima para recriminarle el ruido que, al parecer, estaban ocasionando los hijos de éste. Cuando la víctima le abrió la puerta, el condenado le agredió "con una barra de punta metálica en el cuello", tras lo cual se marchó a su domicilio.
Posteriormente, la víctima bajó al domicilio del agresor para pedirle explicaciones y este último, "sin mediar palabra", le disparó con una escopeta de perdigones en la pierna derecha tras abrirle la puerta. Las heridas provocadas supusieron la amputación de la extremidad dañada así como varias cicatrices. Cabe destacar que el acusado en la fecha de los hechos padecía una psicosis tóxica que disminuía moderadamente sus facultades.