No sólo es Cádiz la que resiste. También Los Juanillos. A pesar del paso de los años y la llegada de nuevos tiempos para la ciudad, donde el turismo se ha convertido en la cara y en la cruz de los meses estivales, esta tradición gaditana se agarra a cada 23 de junio con ganas de permanecer impasible. La afluencia de público no es la misma que hace veinte años, sin embargo sigue contando con curiosos que se acercan a contemplar los monigotes. Algunos foráneos que hacen fotos sin saber muy bien ante qué se encuentran o los propios vecinos de los barrios que acuden a ver el trabajo de las asociaciones.
La jornada de ayer tuvo triplete para muchos: Corpus, playa y hogueras. Un dominguito completo. Hasta nueve Juanillos ardieron, siendo el primero de ellos el de la Asociación de Vecinos Fuerte de San Lorenzo, en tormo a las 20.00 horas. Teófila era su protagonista, llevando arena para la playa que prometió hacer en Puntales.
El resto optó porque ‘Kichi’ fuera el elegido. Pudimos verlo llevando las riendas de los dragones al más puro estilo de ‘Gades of Thrones’ (pero siempre por el carril bici), y también sentado en el trono aconsejando a Pablo Iglesias cambiar el chalé por un partidito. Por su parte, en la Caleta los mensajes eran en tono reivindicativo -pidiendo subvenciones para las peñas-, de crítica -en alusión a las bajas pensiones- e incluso de homenaje a los abuelos.
Con el avance del atardecer el fuego fue consumiendo los tradicionales Juanillos quedando en el aire, un año más, qué deparará el futuro a esta tradición que quizás esté falta de apoyo ciudadano.
