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Acerinox podría retirar el ERTE durante noviembre

La decisión final se comunicará en una próxima reunión con sindicatos

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  • El aumento del precio del níquel y la liquidación de existencias, tras el repunte de la demanda
  • Durante el mes de octubre la planta barreña ya trabaja al 80% de su capacidad
La empresa Acerinox podría retirar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que tiene planteado para su plantilla barreña durante el próximo mes de noviembre si logra acumular un último empujón a la demanda de pedidos ya acumulada.

En un principio, el ERTE está planteado hasta el próximo 31 de diciembre, si bien la planta comarcal se encuentra ya trabajando al 80% de su capacidad durante el presente mes de octubre.

El presidente del comité de empresa de Acerinox, Francisco Mora, avanzó que “la próxima semana está prevista una reunión con la dirección de la compañía para analizar los pedidos para noviembre. Allí se comprobará si los índices de pedidos son reales, ligados a la producción, o están relacionados con la subida del níquel”.

Según Mora, la intención de la acerera es la de no retirar el ERTE “hasta que se vea que los pedidos son reales, ligados a que las fábricas estén produciendo más y no a que los almacenistas estén acumulando acero. Se necesita que la perspectiva sea clara”.

Cabe señalar que el porcentaje de pedidos ha ido ascendiendo durante los últimos meses, hasta alcanzar el citado 80% de la producción de la factoría durante el presente mes de octubre. Durante este periodo, el incremento en la carga de trabajo ha estado cifrado en un 5% al mes, ya que en septiembre la producción alcanzaba ya el 75%.

A este respecto, Mora recordó como “la empresa siempre ha dicho que una vez alcanzado un ritmo de producción normal o casi normal , se plantearía retirar el ERTE ya que carecería de sentido que los trabajadores estuvieran tres o cuatro días en el el paro”.

Además, desde el comité de empresa se señala que, dada la actual coyuntura económica, “llegar a un 90% sería como decir el 100%. Con la crisis será difícil alcanzar la totalidad de la producción, aunque el ritmo de la producción podría incrementarse algo más cuanto la situación económica mejore”.

De esta forma, con un último tirón en la demanda, la empresa acerera podría plantearse retirar la medida restrictiva con el empleo que adoptó el pasado mes de marzo. Esta medida contaría además con el apoyo total de los trabajadores ya que éstos aseguran que, “cuantos más días se trabajen, mejor”.

El propio comité de empresa subraya que una eventual retirada del ERTE también afectaría directamente a las contratas que trabajan en la factoría. Así pues, las contratas podrían retirar sus respectivos ERTE’s “al unísono” de cuando lo haga la empresa matriz ya que la acería “necesita de las contratas”.

Buenas perspectivas
Durante el primer semestre del año, Acerinox registró unos resultados netos con una brutal diferencia de 410 millones de euros con respectos al pasado año 2008. Así, la compañía pasó de obtener unos beneficios de 155 millones durante el ejercicio anterior a los 255 millones de pérdidas de los seis primeros meses de este año.

Sin embargo esta tendencia parece haberse invertido durante el tercer trimestre del año, un periodo que la propia acerera avanzó que espera cerrar con una cuenta de resultados equilibrada o incluso acumulando unos leves beneficios.

Esta mejora podría concretarse aún más durante el último trimestre del año, cuando los cálculos de Acerinox vuelven a prever beneficios.

De esta forma se podría empezar a sentar las bases de la recuperación del peor semestre en la historia de los aceros inoxidables desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Así, la compañía baraja aumentar el precio de algunos productos en el mercado norteamericano, donde la recuperación de la demanda final parece más evidente. Detrás de este aparente cambio de ciclo se encontraría la liquidación de las existencias de los almacenistas y un ascenso en el precio del níquel.

Estas buenas perspectivas han tenido su reflejo en el valor bursátil de las acciones de la compañía, que se ha incrementado paulatinamente desde el mes de marzo, cuando rondaba los 8 euros, hasta alcanzar los 14 euros por acción durante octubre. Esto podría valorarse como que los inversores y el mercado bursátil confían en que el sector siderometalúrgico sea uno de los primeros en retomar sus niveles de producción gracias, sobre todo, al tirón de la demanda de las economías de los países emergentes.

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