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Provincia de Cádiz

El PP arrebató 23.156 votos a Cs en Cádiz y Vox, 13.815

Los de Santiago Abascal logran movilizar a los abstencionistas de modo espectacular en la provincia, con 32.281 apoyos

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  • La debacle electoral de Ciudadanos el 10N, de la que se benefició PP y Vox, llevó a Albert Rivera a abandonar la política. -

Ciudadanos se dejó el pasado 10 de noviembre 76.305 papeletas en la provincia con respecto al resultado del mes de abril. Una auténtica catástrofe electoral, con una pérdida del 58% de los apoyos obtenidos solo seis meses antes, que se saldó con la pérdida de un diputado y el senador y la caída a la quinta plaza. Los análisis postelectorales confirman que PP y Vox fueron los principales beneficiarios de un traspiés que ha llevado al partido a la UCI. Concretamente, el PP consiguió atraer hace catorce días a 23.156 votantes gaditanos de Albert Rivera en abril; Vox, por su parte, les arrebató 13.815.

El director de SW Demoscopia, Juan Miguel Becerra, remarca que Ciudadanos sólo fue capaz de conservar a uno de cada tres de sus votantes. Los dos tercios restantes optaron por las otras dos opciones que integran el centro-derecha o, en torno a los 31.700, se quedaron en casa. Los sondeos lo advertían y no fallaron. En el extremo contrario se sitúa Vox, con el votante más fiel, según los datos facilitados por Becerra a Andalucía Información, obtenidos a partir de las encuestas preelectorales realizadas por su empresa entre el 4 y el 9 de noviembre, los resultados de las elecciones y las encuestas postelectorales publicadas por otras encuestadoras. Los de Santiago Abascal retuvieron el 82,7% de los sufragios obtenidos en abril en Cádiz y crecieron mucho gracias a Ciudadanos pero, sobre todo, porque fueron capaces de movilizar a quienes no había ido al colegio electoral con anterioridad. En el caladero de la abstención, Vox pescó 32.281 papeletas, el 30% del total obtenido al término del escrutinio en la noche del 10N.

“Se trata de un voto emocional -apunta el director de SW Demoscopia-, activado por el sentimiento español polarizado por la cuestión catalana”. Preocupado por la unidad nacional, asuntos de actualidad como la inmigración o las tensiones con Gibraltar refuerzan el sentimiento nacional y la preocupación por la unidad y la integridad de España. Pero, aunque los planteamientos de Vox al respecto de todas estas cuestiones y otras son de ultra derecha, aclara que “el votante no lo es en absoluto”. El estudio bosqueja un retrato del votante de Vox contrario a cualquier prejuicio: ligeramente más popular entre mujeres (50,6%) que entre los hombres (49,4%), quien coge mayoritariamente la papeleta del partido de Santiago Abascal tiene entre 25 y 34 años (23,5%) o entre 35 y 54 (32,3%), es trabajador por cuenta ajena (60,4%) y tiene estudios universitarios completados (33,2%).


Vox es un fenómeno transversal que va a seguir creciendo. Becerra señala que 9.045 votantes del PP acabaron cogiendo la papeleta de Vox hace dos semanas. Pero también subraya que seduce a votantes del PSOE: el 10N, hasta 3.152 votantes socialistas en abril decidieron confiar en Abascal. El PP, por su parte, apenas rascó entre los seguidores de Vox unos 5.300 votos y no entusiasma a los abstencionistas, movilizando únicamente a 3.909. Sus puntos fuertes fueron la fidelidad de su votante (76,2%) y el respaldo de jubilados (38,4%).

El PSOE concentra el voto útil de la izquierda

El discurso contra la extrema derecha le funcionó al PSOE en la provincia. Los socialistas consiguieron movilizar a más de 15.800 abstencionistas apelando al voto útil y retuvieron el 10N a siete de cada diez votantes de abril. En este grupo, se encuentran jóvenes y andalucistas, fundamentalmente. También se beneficiaron de la debacle de Ciudadanos, restándole 6.841 papeletas. Las transferencias de votos en el bloque de la izquierda son menos acusadas que en el de la derecha. Más País se desinfló y el daño a Unidas Podemos fue más limitado del que se esperaba y no tuvo premio. La amenaza de Íñigo Errejón se difuminó y su candidatura sólo sedujo a 5.873 votantes de Pablo Iglesias en abril. Lo suficiente junto a la desconexión de otros 5.289, no obstante, para que Unidas Podemos perdiera un diputado.    

 

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