Montadores e instaladores de la Feria de Abril de Sevilla han criticado la decisión "unilateral" del Ayuntamiento de Sevilla de suspender la edición de este año, en la que "en ningún momento se nos consultó a los que trabajamos en el real", y han puesto en marcha una asociación para defender unidos sus peticiones.
Un portavoz de la asociación, Daniel Carnerero, ha dicho a Efe que la principal reivindicación "es que se nos escuche, pero no en la delegación de Fiestas Mayores, donde lo que hay son técnicos, sino en el Ayuntamiento, donde están los políticos que decidieron un domingo a las dos de la tarde que la feria se aplazaba, cuando el sábado habíamos trabajado con normalidad".
Según sostiene, a los montadores se les tendrían que haber consultado los plazos, "pero solo se ha hablado con las grandes empresas, de alimentación, carpas o electricidad, pero los montadores somos más de cien padres de familia que, al menos, merecemos ser escuchados".
Daniel Carderero ha considerado que la idea inicial de celebrar la feria en septiembre era "una locura", porque "los toldos están pegados a los hierros, y dejarlos todo el verano supondría que no llegarían a septiembre en buenas condiciones, porque las casetas están pensadas para durar 50-60 días, no ocho o nueve meses".
Pero, además, los montadores e instaladores aseguran que en el montaje de la feria hay "muchas irregularidades, con unas normativas que no se cumplen, como el hecho de que se tiene que comenzar a montar cada año el 1 de febrero, pero este año el permiso nos lo dieron el día 15", del mismo modo que se establece que el desmontaje tiene que durar dos semanas, "algo que es imposible".
Mientras esperan que el Ayuntamiento comience a tener en cuenta sus peticiones, hoy, tras la jornada de lluvia de ayer, han comenzado con el proceso de desmontaje de las casetas en todo el real, del mismo modo que la portada, con la previsión de desmontar entre cinco y siete casetas al día.
