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Málaga

Detenidos por herir a un miembro de la misma red en ajuste de cuentas

La Policía Nacional ha esclarecido un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas ocurrido en Marbella (Málaga) en mayo

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  • Los agentes han detenido a los tres presuntos responsables de herir de gravedad a un varón con varios impactos de bala en ambas piernas
  • Uno de los detenidos fingió haberse encontrado al herido en la calle, e incluso lo acompañó al hospital, para desviar la atención de la Policía
  • En los registros practicados, los agentes localizaron la pistola empleada junto a un silenciador y 140 cartuchos

La Policía Nacional ha esclarecido un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas ocurrido en Marbella (Málaga) el pasado mes de mayo. Los investigadores han detenido a los tres presuntos responsables de herir de gravedad a un hombre, miembro de la propia organización, que fue llevado al hospital con varios impactos de bala en las piernas. Los tres arrestados han ingresado en prisión.

Según ha informado la Comisaría provincial, la investigación ha puesto de manifiesto que los presuntos autores de los hechos y la víctima pertenecían a la misma organización criminal. Uno de los detenidos fingió haberse encontrado al herido en la calle, e incluso lo acompañó al hospital, con el objetivo de desviar la atención de los agentes sobre los verdaderos responsables de los hechos.

La investigación se inició en mayo pasado cuando el Hospital Costa del Sol de Marbella informó de la presencia de un joven británico de 27 años herido con varios impactos de bala en ambas piernas. Así, los agentes comenzaron las primeras gestiones policiales, tras analizar la versión de los hechos ofrecida tanto por la víctima, como por la persona que supuestamente le auxilió en un primer momento.

Según han manifestado a través de un comunicado, en ese momento los agentes detectaron numerosas inexactitudes e incongruencias que ponían de manifiesto un posible ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas.

A pesar de las dificultades, debido a los datos falsos aportados por la víctima y el principal testigo --quien aseguraba que se la había encontrado en la vía pública--, los agentes enseguida descubrieron dónde se habían producido los hechos. El punto se encontraba a más de seis kilómetros del lugar indicado por la víctima y el supuesto amigo que lo trasladó al hospital.

Asimismo, los investigadores determinaron los vehículos utilizados por los agresores, llegando a precisar la marca y el modelo del turismo. A continuación, y siguiendo el rastro del vehículo, llegaron hasta los usuarios del mismo, que resultaron ser miembros de la misma organización criminal a la que pertenecía la víctima.

Al respecto, han indicado que todo ello "evidenció que se trataba de un serio aviso que advertía de las consecuencias de actuar en contra de lo que ordenaba la organización".

Con el avance de la investigación, los agentes detuvieron a tres hombres como presuntos responsables del ajuste de cuentas. Dos de los arrestados eran británicos, de 23 y 24 años; mientras que el tercero, de origen irlandés y 29 años, fue el encargado de fingir que colaboraba con los investigadores con el único fin de desviar la atención sobre los auténticos responsables de los hechos, uno de los cuales era él mismo.

Como ejemplo, en más de una ocasión acompañó a diferentes dotaciones policiales al lugar donde manifestaba que se había producido el suceso, localizándose a más de seis kilómetros de distancia del verdadero lugar. Incluso llegó a fingir que ayudaba a los agentes en la búsqueda de restos de sangre, a sabiendas de que nunca los encontrarían allí.

Presumiendo que los investigadores nunca sospecharían de la persona que asistió y acompañó a la víctima al hospital, los supuestos autores de los hechos acordaron ocultar el arma empleada en el domicilio de éste.

Finalmente, y fruto de los registros practicados, los agentes localizaron el arma de fuego empleada --una pistola semiautomática-- que se encontraba en disposición de ser utilizada, ya que contaba con bala en la recámara y con el cargador repleto de munición. Además, hallaron un silenciador y 140 cartuchos, así como la sudadera utilizada por la persona que efectuó los disparos, que contenía restos de sangre de la víctima.

Por otra parte, los agentes intervinieron tres vehículos sustraídos de los que disponía la organización para cometer los hechos con absoluta impunidad.

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