Atlantica Sustainable Infraestructure se ha situado en el 'Top-5' de las energéticas verdes que más han crecido en el año 2020 en el Nasdaq americano, con un incremento del 42% en sus acciones.
Junto a la compañía destacaron Northalnd Power, con un 66% de subida del valor de sus títulos; Brookfield Renewable Energy Partner, con un 58%; o TransAlta Renewables, cuyas acciones han remontado un 40% el pasado año, según fuentes financieras.
El 2020 ha sido el año de la energía renovable en las bolsas mundiales. Las empresas que gestionan estos activos han experimentado subidas de dos dígitos en casi todos los mercados.
En el Nasdaq, por ejemplo, NextEra Energy ha impulsado su capitalización hasta cerca de los 150.000 millones de dólares (unos 124.000 millones de euros) y ha desbancado a gigantes petroleros como Exxon Mobil y Chevron del liderazgo entre las energéticas.
La mayoría de los analistas financieros consultados señalan que en el largo plazo la energía renovable se va a beneficiar de un crecimiento sostenido ante el avance de los programas de transición energética para reducir las emisiones de carbono y gases de efecto invernadero.
Además, tanto la energía solar como la eólica han alcanzado ya unos costes de producción que les permiten competir de igual a igual con las energías de origen fósil. Las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) avalan el respaldo inversor a las energías renovables en los mercados mundiales, pues apuntan un incremento sostenido de la demanda de energía limpia frente a un detrimento del resto.
El pasado ejercicio ha sido el primer año, según los datos de la AIE, en el que la energía eólica y la solar representen el 100% del aumento de la demanda mundial de energía, en contraposición con el 34% del aumento de la demanda mundial de energía en 2019, lo que la mayoría de los analistas consideran "extraordinario".
Los datos sobre la producción de energía limpia actual son mejores que las previsiones hechas por los más optimistas hace unos años, y la incidencia de eventos extremos como el de la pandemia actual lo ha favorecido, hecho que puede marcar la tendencia para esta década en los mercados energéticos, indica la AIE.
