Quince días antes de partir Magallanes de Sevilla, en 1519, el farmacéutico sevillano Juan Bernal, con su botica en el barrio de San Andrés, embarcó en las cinco naves con las que arrancó la expedición en busca de las especierías hasta 60 tipos de medicamentos por los que le pagaron 13.000 maravedíes, 4.000 euros de ahora. Un botiquín básico del que da cuenta el libro “La botica en la expedición de Magallanes y Elcano”, en el que se reproduce el documento del inventario que conserva el Archivo de Indias y que ha sido transcrito por Cecilio Venegas y Antonio Ramos, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz y profesor del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Sevilla, respectivamente.
El libro, coeditada por Taberna Libraria y la Academia de Farmacia de Castilla y León, es una edición limitada de 500 ejemplares y se enmarca en los actos organizados con motivo del quinto centenario de la primera vuelta al mundo.
Bernal fue el “primer farmacéutico que empezó a comerciar con las Indias”. Estaba “imbricado” en los ambientes científicos y económicos de la Sevilla del XVI, dominados por familias como la de los Pinelo o los Genoveses, explicó ayer Venegas tras la presentación de la obra en la cubierta de la réplica de la Nao Victoria, en el Paseo Marqués de Contadero.
Los medicamentos que fueron embarcados en las naves poco pudieron hacer por los 250 hombres que se enrolaron en la expedición de Magallanes. Fueron cayendo uno a uno por enfermedades como el escorbuto. Pero la gesta no fue en vano. Además de nuevas especias, nuevos conocimientos y nuevas tierras, la expedición sirvió para tomar conciencia de la “necesidad de contar” con un boticario entre la tripulación para que éste pudiera preparar los medicamentos en los barcos y que así no caducaran, relató Antonio Carrillo, creador y director también del Museo de Historia de la Farmacia de Sevilla.
El viceconsejero de Cultura y Patrimonio de la Junta, Alejandro Romero, resaltó los “logros” alcanzados con la primera vuelta al mundo, una aventura que “implicó enormes avances en la cultura y la ciencia”, como pone de manifiesto el libro ahora editado. En la misma línea se manifestaron el comandante de la Armada Javier Albert, para el que la publicación le da “su justo valor a una gesta que cambió el mundo”, y el cónsul de Portugal en Sevilla, Joao Queirós. La delegada de Educación del Ayuntamiento, Marisa Gómez, confió en que la celebración de actos por el V centenario de la primera vuelta al mundo sirvan no sólo para mirar al paso sino que sean “un motor de nuestro presente y futuro”.