Las abogadas de las mujeres que denunciaron a un médico de Sevilla por grabar los pechos, el sexo y los glúteos de sus pacientes han asegurado que "hay víctimas que están siendo amenazadas y acosadas para que no denuncien o retiren la denuncia".
En una nota de prensa, las dos abogadas aseguran que "también se está intentando tergiversar la realidad para enmascarar los hechos" y añaden que "estas acciones y sus incitadores serán denunciados en el momento procesal oportuno".
Una de las abogadas, Rocío Ruiz, ha asegurado a Efe que el acoso y las amenazas se están produciendo en uno de los pueblos "pequeños" en los que ejercía el médico, Badolatosa (Sevilla), de 3.000 habitantes, donde es "fácil" que las mujeres sean "señaladas" y "coaccionadas".
Cuando la Guardia Civil de Osuna (Sevilla) informó el 23 de septiembre de la operación, denominada "Vicónsul", dijo que habían detenido a un médico de 64 años, que está en prisión comunicada y sin fianza por haber grabado a un centenar de mujeres en los últimos dos años.
Las abogadas aseguran que "aglutinaremos al mayor número de víctimas para conseguir una condena acorde a los hechos realizados, sin precedentes en un caso de estas características".
También subrayan que "desde la primera denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil de Badolatosa y posterior personación en el juzgado, las víctimas a las que representamos han sido tratadas con la mayor diligencia y empatía posible".
Añaden que "la diligencia y buen hacer en la investigación de los miembros de la Guardia Civil, especialmente del cuartel de Badolatosa, están haciendo posible que estas denuncias prosperen y que en estos momentos, a petición de la fiscalía y de esta defensa, el Juzgado 2 de Estepa decretase prisión provisional para el presunto autor de los hechos".
Tras indicar que las mujeres que representan quieren mantener su identidad en el anonimato, las letradas explican que "las víctimas son aquellas que han sido vulnerados sus derechos, no quienes se saltan la ley. No permitiremos el acoso a ninguna víctima y se tomarán las medidas legales que el Estado de Derecho nos permite".
La operación policial se culminó tras cinco registros en las localidades sevillanas de Morón de la Frontera, Estepa y Badolatosa y en Sevilla capital, donde se encontraban consultas o viviendas relacionadas con el detenido.
La Guardia Civil ha hallado en un teléfono móvil el vídeo que acreditaría la denuncia inicial contra el detenido, que dejaba su teléfono móvil en el bolsillo de la camisa con la cámara apuntando hacia fuera y así grababa el pecho, el sexo y los glúteos de sus pacientes.
Los agentes han podido determinar que no sólo actuaba así en su consulta, sino también en asistencias médicas que prestaba a domicilio, y que también había aprovechado para grabar otros vídeos "aprovechando descuidos en la vía pública".
En los registros han sido intervenidos varios ordenadores portátiles, un bolígrafo espía y numerosos dispositivos de almacenamiento de archivos, los cuales pueden esclarecer nuevos delitos e identificar nuevas víctimas.
