Sustrajo las piezas del interior de un domicilio aprovechando la relación de amistad que mantenía con la víctima. Posteriormente las vendió en diferentes establecimientos dedicados a la compra-venta de metales preciosos obteniendo 9.660 euros
Se trata de la propia vecina de la víctima que acudía a la vivienda con frecuencia. y que se confesó culpable y arrepentida, alegango que se había apoderado de las joyas por necesidades económicas.