El casco antiguo de Alcalá la Real ha vivido como nunca la noche de este Martes Santo. La soleada tarde, más propia de finales de mayo que del último día de marzo, auguraba una salida como pocas se recuerdan para la Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Esperanza. Expectación e impaciencia del público alcalaíno por ver la tan tradicional salida de las dos imágenes, que se encuentran entre las señas de identidad de la Semana Santa alcalaína.
Acierto, posteriormente, en el modificado recorrido que, en esta ocasión, ha derivado hacia la Carrera de las Mercedes y Plaza del Ayuntamiento, para discurrir más tarde por la calle Angustias, Veracruz y regreso al Llanillo, donde, finalmente encara ese tránsito tan particular y genuino por las estrechas callejas de La Tejuela, reservadas, en esta ocasión, para las últimas horas de la velada procesional.
Numeroso público el congregado por los céntricos escenarios del discurrir de los dos pasos, que, a buen seguro, conservará en sus retinas mil y un momentos de la comitiva en esta verdadera puesta de largo de nuestra Semana de Pasión.