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Almería

Un jurado enjuicia a acusados de asesinar a un hombre y abandonar su cuerpo

La Audiencia Provincial de Almería acoge este semana el juicio con jurado contra los tres hombres acusados de abandonar el cuerpo de un ciudadano marroquí

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  • Audiencia Provincial de Almería. -

La Audiencia Provincial de Almería acoge este semana el juicio con jurado contra los tres hombres acusados de abandonar el cuerpo de un ciudadano marroquí en un terraplén, atado y envuelto en plástico, que previamente habría sido asesinado por uno de ellos con un disparo de escopeta por la espalda en una vivienda de Paterna del Río (Almería) en octubre de 2018.

La Fiscalía va a solicitar 21 años de prisión al principal acusado mientras que para los otros dos pide tres años de prisión, por su supuesto encubrimiento, de cara al juicio que se comenzará justamente cuatro años después de que se cometieran los hechos por los que ya fue enjuiciado y condenado a 18 meses de internamiento en régimen semiabierto un menor que, en abril de 2019, reconoció haber ayudado a ocultar el cadáver descubierto días después por la Guardia Civil a unos cuatro kilómetros del domicilio.

Según recoge el auto de hechos justiciables dictado por la Sección Segunda, consultado por Europa Press, se han previsto seis sesiones con la declaración de los acusados, 22 testigos y una docena de declaraciones periciales para esclarecer los hechos sobre los que se tendrán que pronunciar los miembros del jurado.

El escrito del Ministerio Público sostiene que sobre las 4,00 de la madrugada del 13 de octubre de 2018, la víctima se dirigió junto con otras cuatro personas hasta el número 8 de la vivienda de la Plaza del Mercado de Paterna del Río en la que se encontraban R.O.B., J.M.F.B., ambos de 23 años el menor y J.M.O.B., de 18 años, a quien atribuye haber disparado con un arma larga contra el hombre, quien cayó desplomado al suelo, pese a carecer de licencia para el uso de armas.

En concreto, y en base al escrito presentado también por la acusación particular, el tribunal deberá determinar si tras irrumpir la víctima en la vivienda hubo un forcejeo entre esta y R.O.B., quien habría tratado de evitar su huida del inmueble, de modo que mientras tanto J.M.O.B. cogió una escopeta y disparó "por la espalda de forma repentina e inesperada" a la víctima, quien en tal caso, no habría tenido la posibilidad de defenderse.

A consecuencia del disparo, la víctima sufrió una herida por arma de fuego por la espalda con orificio de salida por la región pectoral izquierda, lo que le provocó su muerte por destrucción de centro vitales torácicos casi en el acto.

La investigación apunta que ese mismo día, ya sobre las 15,30 horas, el supuesto autor del disparo al que el fiscal acusa de un delito de asesinato, transportó el cadáver de la víctima en un vehículo con la ayuda del menor, quien ya reconoció los hechos, no sin antes haberle atado "con cables" las extremidades y haberlo envuelto "con plástico" para así "facilitar su transporte".

El cuerpo, depositado en el maletero, fue abandonado en la ladera de una montaña cerca de la carretera AL-5202, a más de cuatro kilómetros de la vivienda donde se produjeron los hechos. El cuerpo fue arrojado por un terraplén antes de dejarlo abandonado en el lugar. La investigación policial señaló que el finado llevaba puesto un chaleco reflectante de la Guardia Civil, aunque no pertenecía al Cuerpo.

UN PRESUNTO "VUELCO" DE MARIHUANA

La defensa del principal acusado alega que durante la jornada anterior, con la festividad del 12 de octubre, el grupo de amigos había pasado el día consumiendo alcohol y algunos estupefacientes hasta que se fueron a su vivienda, donde se quedaron dormidos. Paralelamente, la víctima junto con otras cuatro personas, a las que atribuyen la conformación de un grupo criminal dedicado al robo de alijos, se presentó en el domicilio con chalecos de la Guardia Civil, armados y simulando ser agentes.

Así, según el relato de la defensa, la víctima habría encañonado con un arma a R.O.B. al grito de "dónde está la droga" con la intención de "atentar" contra su vida, por lo su hermano J.M.O.B. habría realizado un disparo con una escopeta "con la intención de que este no sufriera ningún daño" y guiado por un "miedo insuperable", en un acto de "legítima defensa" y bajo la supuesta influencia del alcohol y las drogas. La defensa, que solicitará su absolución en juicio, entiende además que colaboró con la justicia tras entregarse a la Guardia Civil, que tardó un mes y medio en completar su investigación.

Aunque la defensa alega que J.M.O.B. tenía en su domicilio "una maceta de marihuana" para su "propio consumo", los agentes encargados de la operación 'Primales' trabajaron bajo la hipótesis de que en la vivienda había un cultivo mayor, si bien a su llegada a la casa solo encontraron "restos de plantas, el cartucho de una escopeta y útiles de cultivo, sin que se diera con todo el estupefaciente". "La casa había sido limpiada con lejía y amoníaco", aseguraron.

Las pesquisas permitieron detener en un primer momento al menor y a dos de los presuntos implicados en los primeros momentos, aunque las dos últimas detenciones tuvieron lugar semanas después en El Ejido y Berja, donde los supuestos participantes habrían permanecido ocultos con familiares y amigos.

DESAPARICIÓN DE "ALTO RIESGO"

Según el relato policial, la investigación efectuada en el marco de la operación arrancó el día posterior a los hechos, después de que el hermano del fallecido, de origen magrebí, acudiera a dependencias policiales y denunciara su desaparición, ya no había vuelto a tener noticias de él desde hacía días ni tampoco contestaba a las llamadas.

Ante los datos proporcionados por el denunciante, los agentes calificaron la desaparición de alto riesgo y comenzaron sus averiguaciones entre los círculos sociales, familiares y laborales de fallecido, lo que les permitió conocer su posible presencia en una vivienda de Paterna del Río, de apenas 300 habitantes, durante la madrugada anterior.

A su llegada a la casa, los agentes encontraron una vivienda vacía y deshabitada en la que quedaban restos de sangre en el suelo, una posta de cartuchería de una escopeta de caza e indicios de que el inmueble se había empleado para mantener una plantación 'indoor'.

Según las averiguaciones iniciales, el finado había sido disparado con una escopeta en el salón de la vivienda por R.O.B. aunque después los supuestos implicados se achacaron este extremo entre sí hasta que finalmente se determinó la presunta autoría de su hermano menor.

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