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El nivel exigido dejó desierto el premio a la Investigación

Mención especial a un trabajo sobre efectos del riego deficitario en el cultivo del tomillo

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  • El jurado delibera sobre la concesión de los Premios Andrés Núñez de Prado en la sesión del 20 de noviembre -
  • En la categoría Defensa y Fomento el premio se reparte mañana entre cuatro aportaciones
La décima edición de los Premios de Agricultura y Ganadería Ecológica, instituidos por la almazara de los Núñez de Prado en recuerdo de su fallecido hermano Andrés, y que se pueden considerar pioneros en este tipo de reconocimientos a trabajos y estudios de investigación en el sector, no va a contar con ningún ganador en la modalidad de Investigación. El motivo, explicado por el presidente del jurado, no es otro que el haber llegado fuera del plazo marcado por la convocatoria  un total de nueve trabajos. De los apenas tres que entraron en tiempo y forma, ninguno daba el nivel para recibir tan distinguido galardón, precisamente en el año en que se cumple una década de andadura de los reconocimientos baenenses, respaldados desde el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica y las Administraciones   Públicas, que envían a sus representantes a las deliberaciones del fallo o a la entrega de las distinciones.

Investigación

El jurado, por mayoría, prefirió mencionar la palabra “desierto” en el acta final, antes que conceder el galardón a uno de los trabajos-estudio, poco madurado aunque con buenas trazas, de Alberto Muñoz Borrego, sobre “Los efectos causados por el riego deficitario en el cultivo de Thymus zygis L.”. En compensación por ese mérito no culminado pero alcanzado, se lleva la Mención especial, aunque no la dotación en metálico de 6.000 euros que se acumula para la misma categoría en los premios de 2009.
  
“Se merece la mención por su aportación en el sector ecológico del tomillo, un producto cada vez más demandado y es un trabajo de mucho interés”, manifestó el presidente del Jurado, Francisco Casero. El actual responsable del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE), indicó claramente que alguno de los trabajos no valorados por llegar fuera de plazo, “tenían el nivel suficiente y alto para recibir el premio de Investigación”. Y entonó una especie de mea culpa, señalando que en ediciones venideras trabajarán para que no se queden fuera tantos trabajos, incluso de algunos conocían los organizadores que estaban en proceso de redacción por sus autores.
  
Por mayoría, el jurado entendió que no podía pasar de Mención especial, porque, utilizando  lenguaje coloquial, le faltaba el último hervor, estaba como inacabado, apuntaba, pero no remataba hasta el nivel exigido que se ha puesto como cota mínima conforme han ido pasando las ediciones y los premiados.

Defensa

Tampoco es muy habitual que a la hora de compartir premio, sean cuatro los galardonados conjuntamente. Será en la categoría de Fomento y Defensa de la Agricultura Ecológica. El jurado entiende que una empresa (Graeco de Granada), dos programas de Canal Sur Televisión (“Espacio protegido” y “Tierra y mar”) y la veterinaria Verónica Cruz, se hacen  acreedores al galardón que será igualmente entregado mañana al mediodía en la almazara de los Núñez. Distingue así diferentes modalidades que trabajan en pro del sector, “desde la sociedad civil, los medios de comunicación que a veces son los grandes olvidados y a una joven profesional veterinaria que defiende las razas autóctonas de Andalucía, y se fomenta de esta forma el reconocimiento de los jóvenes en el mundo empresarial y no sólo de la producción”, señaló el presidente del Jurado.
  
Al acto de entrega está previsto que acudan las autoridades locales, además de representantes del Gobierno y la Autonomía. En concreto,  Josep Rocamora, secretario de Estado de Medio Rural y Marino, y Eva Ramos, viceconsejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. 

Sin recelo

Preguntado el secretario del jurado, Francisco Núñez de Prado, sobre si podría haber cierto al quedar desierto el premio principal, máxime en su décima edición,  señaló que “no nos queda recelo, estamos contentos por diez años de curiosidad intelectual, que es   la investigación, y este año han llegado fuera de plazo trabajos que sabíamos se estaban realizando y eran relevantes”. Más bien al contrario, Francisco Núñez de Prado quiere dejar claro que lo positivo de esta década de distinciones es que “la agricultura y la ganadería ecológicas eran hace diez años desconocidas en el campo de la investigación y estos premios las han ordenado y formalizado. Han sido- apuntilló  el secretario del jurado- premios pioneros y adelantados en el mundo de lo ecológico”.
  
La organización tiene claro que mañana a partir de las doce del mediodía en la almazara de los Núñez, es un día de fiesta para la familia ecológica.

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