Agua. Un concepto redondo. Esencial. Imprescindible para el sostenimiento de la vida. Mientras se tiene en abundancia y en fácil consumirla pasa desapercibida. Sólo en determinadas ocasiones, cuando las personas no tienen certeza de encontrarla, cobra todo su valor y se hace acopio de ella. Cualquier desplazamiento, por modesto que este sea, requiere de una previsión de como satisfacer la necesidad de consumirla y aunque se nos olvide hacerlo, el sistema nervioso a través del centro productor de la sed insta a encontrarla y beberla.
En estos tiempos es raro el día que los medios de comunicación no se hacen eco de la falta de agua embalsada, de la escasez de lluvias y de los efectos que la pertinaz sequía está produciendo ya en extensas zonas del planeta y en esta tierra hispana. Reflexiones razonamientos, llamamientos y manifiestos en torno a la urgencia de enfrentar la sequía y cuidar de las reservas de agua. Las redes están repletas de mensajes. Sin embargo, más allá de consejos, llamamientos y pronósticos erráticos de lluvias por venir, nada parece moverse en cuanto a iniciativas que permitan conjurar el peor de los escenarios. Conviene activar todas las potencialidades humanas para superar un reto, nuevo para una humanidad sorprendida de su capacidad para transformar el clima del planeta. Podría bastar el conocimiento para percatarse de la urgencia del momento, pero parece que sólo con la mente esto no se enfrenta. Cuando sólo la razón o el conocimiento no parecen suficientes para que se canalicen todos los esfuerzos colectivos hacia esta urgente finalidad. ¿Habrá que invocar a los sentimientos y emociones?
Y todo viene bien para conseguir el fin deseado. Llamemos pues a las artes, para que desde la estética hagan vibrar corazones dormidos. Mientras que el mundo del arte, se alinea en esta gigantesca cruzada por la vida, en todas sus formas, es posible hacer memoria de las creaciones musicales que han utilizado o se han servido, según se mire, del agua como contenido.
Navegar por internet encontrando, o tropezando que igual da, música genial, promovida por productores e intérpretes de éxitos musicales como Elvis, Sinatra, Los Beatles, entre otros, alimenta la búsqueda de alternativas que superen este aciago presente y negrísimo futuro. Aunque no se tenga cierta edad, es recomendable disfrutar de la música como por ejemplo la creada por Sergio Mendes, que se titula “Agua de Beber”, dentro del Álbum producido por Herb Alperd: “Sergio Mendes& Brasil '66”. ¡Ya ha llovido! En nuestra esfera musical hispana ejemplos como la canción de Serrat “El agua y el hombre” donde concretaba: “Cuídala, como cuida ella de ti. Brinca, moja, vuela, lava, agua que vienes y vas.”, el “quejío” de Camarón de la Isla “Como el agua” o el tema “Agua y Sed” donde Jarabe de Palo anunciaba aquello de: “Serio problema. Cuando uno tiene sed, pero el agua no está cerca. Cuando uno quiere beber, pero el agua no está cerca”.
Afortunadamente miles y miles de kilómetros de costas permiten a la humanidad aprestarse a la desalinización del agua marina en cantidades ingentes, porque ya se dispone de la tecnología necesaria y además se puede aplicar a los procesos las energías limpias no contaminantes. La pregunta es ¿Para cuándo? Mientras quienes tienen responsabilidades políticas se les ocurra tomar decisiones reales, toca, más que paralizarse por el miedo, inflar las velas de la acción reivindicativa, con el viento de las músicas del Agua, para respetarla, valorarla y defenderla.
Fdo. Rafael Fenoy Rico