En el escrito remitido al secretario general del PSOE-A de Cádiz, Francisco González Cabaña, Becerra reconoce que sus valores y las motivaciones que le hicieron afiliarse al partido, “poco tienen que ver con los valores y las formas de las personas” con las que ha venido compartiendo “el día a día” de esta formación.
“Probablemente el problema es que no me he sabido adaptar y debo aceptar que el PSOE de hoy es el que es. Pero, en resumidas cuentas, no me siento con la voluntad de seguir participando de estas nuevas formas de entender la política por lo que, muy a mi pesar, te ruego aceptes mi solicitud de baja como militante de la agrupación provincial del PSOE-A de Cádiz”, concluye el escrito remitido a González Cabaña.
Con independencia de esta misiva, Manuel Becerra reconoce sentirse “totalmente desencantado” de un proyecto político que no comparte a nivel provincial y, “mucho menos”, a nivel local. “Este no es el proyecto de mi PSOE, del que yo conocí”, añadió.
Esta decisión no implica en cualquier caso un abandono de la política. A partir de ahora, el ex alcalde de Guadalcacín abre un “periodo de reflexión” que podría terminar con su regreso a la primera línea de la actualidad. “Si hay algún proyecto que me ilusione, que me interese y que llene mis aspiraciones políticas, lo tendré en cuenta”, explicó.
A nadie escapa la posibilidad de que Becerra pudiera terminar integrándose en esa formación política que se está tratando de constituir a nivel rural, y de la que ya informó este medio el pasado domingo. De hecho, el propio ex alcalde de Guadalcacín admitió que si “el proyecto que se está engendrando en la zona rural es serio, que a nadie le quepa duda” que podría sumarse en cuanto se lo propusieran.
No en vano, antes incluso de que Becerra hiciera pública su intención de abandonar el PSOE-A, distintas fuentes ya apuntaban a la posibilidad de que fuera uno de los hombres fuertes de este nuevo proyecto político junto al alcalde de La Barca, Roque Valenzuela, que no podrá presentarse a las próximas municipales al amparo de la formación socialista al haber sido expedientado por la dirección provincial.
Curiosamente, Valenzuela se encontraba también inmerso en ese “proceso de reflexión” que ahora abre Manuel Becerra. Ambos cuentan con un indudable tirón popular en ambas pedanías, dándose además el hecho de que tanto Guadalcacín como La Barca concentran buena parte del voto rural debido a su riqueza demográfica.
En el hipotético caso de que esta formación política saliera adelante y contara con la presencia de Becerra y Valenzuela, resulta evidente que restaría al PSOE la mayor parte de los votos que cosecha habitualmente en estos núcleos rurales, que se antojan imprescindibles para que Pilar Sánchez revalide la victoria alcanzada hace ahora tres años.
Para hacerse una idea del efecto que podría tener para el PSOE ese proyecto, conviene recordar que en las elecciones de 2007 -con Valenzuela como candidato en La Barca y Becerra apoyando a Ana Lirio en Guadalcacín- los socialistas sumaron 7.902 votos en la zona rural, el 70,34 por ciento de los sufragios que los vecinos repartieron entre las tres principales fuerzas políticas.
Los próximos meses se antojan claves para el futuro de la zona rural, que puede ser determinante en las municipales de 2011.