El 28,7 % de todos los contratos sellados en agosto, prácticamente uno de cada tres, fue de jornada parcial, una modalidad contractual que firman mayoritariamente las mujeres, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
De los 1.088.831 contratos de ese mes, 312.366 fueron en jornada parcial, y 190.662, el 60 %, los firmaron las mujeres, explica el SEPE.
Junto a estos contratos a jornada parcial, en agosto se firmaron 623.970 a tiempo completo, el 57,3 % del total, mientras que el resto, 152.495, el 14 % del total, fueron fijos discontinuos.
Los hombres coparon el 60 % de todos los contratos a tiempo completo y el 62 % de todos los fijos discontinuos.
Mirando al tipo de contrato, dentro de los 387.673 indefinidos iniciales firmados ese mes, un 39,2 % fue a jornada completa (152.189); un 38,6 %, fijos discontinuos (149.044), y un 22,2 % (86.440), a tiempo parcial.
Las mujeres solo firmaron 48.914 contratos indefinidos a tiempo completo, apenas un tercio del total.
En la modalidad más numerosa de los temporales, la de circunstancias de la producción, el 65,4 % fue a tiempo completo (341.550), y un 34,6 %, a tiempo parcial (180.211).
Ellas se quedaron también con la mayor parte de los contratos temporales a tiempo parcial, una situación que se repite cada mes.
"La reforma laboral ha corregido de forma importante (...) el uso y abuso del contrato temporal. Sin embargo, una parte de la malentendida flexibilidad en la contratación se canaliza a través de la contratación a tiempo parcial", señalaban esta semana desde CCOO que ha planteado una reforma de esta modalidad.
En España, explicaban desde CCOO, suele ser un tiempo parcial no deseado (no se trabajan más horas porque la empresa no oferta más horas de trabajo), feminizado, y que en algunos sectores esconde prácticas fraudulentas de alargamiento irregular de jornada.
"Más de 2 millones de mujeres estaban trabajando a tiempo parcial durante el segundo trimestre de 2023 y, de ellas, la mitad querrían trabajar a jornada completa, pero no se les ofrece esta modalidad de jornada", señalaban desde UGT en su análisis de los últImos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Los contratos a tiempo parcial, detallaba el sindicato, se concentran en las trabajadoras del hogar, las actividades administrativas, y el comercio principalmente, trabajos escasamente valorados y, en consecuencia, poco remunerados.
Medidas contra la parcialidad indeseada
Entre las propuestas de CCOO ante esta situación estaría la transformación de contratos de tiempo parcial en contratos de tiempo completo cuanto la suma de horas ordinarias más las complementarias alcance un determinado porcentaje, por ejemplo un 80 %, o establecer una retribución adicional en las horas complementarias por la mayor flexibilidad que le otorgan a la empresa.
UGT también ha planteado otras propuestas como introducir un porcentaje de elevación adicional del SMI para aquellas personas con contrato a tiempo parcial.
"Cada vez hay menos contrataciones a jornada completa. Y, por lo tanto, tampoco estamos ante sueldos completos", cuestionaban desde USO en un reciente comunicado donde señalaban que un contrato de fijo discontinuo, una modalidad que se ha multiplicado tras la reforma laboral, también es un contrato que realiza una jornada inferior a la completa, bien a cómputo anual o mensual.
"No basta con tener contratos indefinidos para mantener el sistema. Estos, además de tener que ser indefinidos en la práctica, deben suponer más jornadas completas y, por lo tanto, mejor remuneradas", reclamaban.