El conjunto arqueológico de Itálica (Santiponce, Sevilla), la Catedral de Jaén o el Monasterio de la Rábida, en Huelva, son tres de los enclaves andaluces que se encuentran en la Lista Indicativa de España con los bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad en el futuro.
En esta lista --actualizada por última vez en enero de 2022-- se encuentran, además de los citados, los lugares memoriales de Colón en la provincia onubense, los paisajes olivares andaluces y las vías romanas, algunas de las cuales pasan por territorio andaluz, según la información de la página web oficial de la Unesco, consultada por Europa Press.
En la actualidad, un total de 49 bienes españoles figuran como Patrimonio Mundial de la Humanidad, de los cuales 18 son andaluces, siendo la región del país con más enclaves inscritos, la segunda de Europa y la tercera a nivel mundial.
En la región ya están protegidos como Patrimonio Mundial la Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada; el centro histórico de Córdoba; la Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla; el Parque Nacional de Doñana, y los conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza (Jaén). Las últimas incorporaciones andaluzas a este reconocimiento de la Unesco son los Dólmenes de Antequera, reconocidos como Patrimonio en 2016, y la Ciudad Califal de Medina Azahara, en 2018.
La ciudad adriana de Itálica lleva en la Lista Indicativa nacional desde enero de 2019. A mediados de septiembre de este año, el consejero de Turismo del Gobierno andaluz, Arturo Bernal, manifestaba que los últimos vestigios arquitectónicos detectados en el subsuelo de los aledaños de la antigua ciudad romana, interpretados como el circo de dicho enclave; aportan "la capacidad de apuntalar todavía mucho mejor la candidatura" del recinto a la declaración de Patrimonio Mundial.
La declaración de Patrimonio Mundial de Itálica está promovida por la Asociación Cívica del Sur (Civisur). En junio, la organización celebró unas jornadas en las que participaron los máximos expertos mundiales en el universo romano, con la idea de poner en relieve el valor universal excepcional del lugar como gran exponente de la arquitectura y el urbanismo en la etapa del emperador Adriano y valorar el informe técnico sobre la propuesta de candidatura.
Además de los enclaves en la Lista Indicativa, en Andalucía han surgido nuevas propuestas que aspiran a ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En esta categoría, se encuentran ya la dieta mediterránea, la cetrería, el flamenco, la rehabilitación del saber tradicional de la cal artesanal en Morón de la Frontera (Sevilla), la Fiesta de los Patios de Córdoba, y la técnica constructiva tradicional de la piedra seca.
Así, en noviembre de 2022, el entonces alcalde de Cádiz, José María González, presentaba en la sede del Instituto Cervantes en Madrid la candidatura del Carnaval a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, tras un trabajo junto a la Universidad de Cádiz (UCA) y el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz, además del respaldo de otros carnavales relevantes nacionales e internacionales. "El Carnaval de Cádiz encierra en sí mismo un valor incalculable que opera mucho más allá de la calidad y belleza que supone como vehículo transmisor de la capacidad creativa que toda comunidad ostenta", resaltaba el exregidor.
Tras este paso, corresponde al Gobierno autonómico promover, elevar y aunar voluntades en vistas a la reunión del Consejo del Patrimonio Histórico prevista para la próxima primavera, donde se deciden y concretan las candidaturas de España al Patrimonio Cultural de la Unesco.
También en la provincia de Cádiz, concretamente en Algar, se proponía a la Junta en 2021 que sus 'charlas al fresco' fueran declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial. El alcalde, José Carlos Sánchez, inició entonces los trámites para "poner en valor" la tradicional práctica de sacar las sillas a la puerta de las casas para reunirse con los vecinos.
De otro lado, el alcalde de Montilla (Córdoba), Rafael Llamas, anunciaba en agosto de 2023 que el proceso de elaboración que da lugar a la singularidad de los vinos Pedro Ximénez, que se elaboran de manera exclusiva en la zona de Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, iba a dar su primer paso para ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y tener así el reconocimiento que merecen "unos vinos únicos que otorgan a nuestra tierra identidad propia, forman parte de nuestras tradiciones y son motor de emprendimiento, creatividad y cultura". Calculan un trabajo de tres años para que salga adelante el expediente.
Y en Huelva, el Parlamento andaluz aprobó en junio de 2023 una Proposición No de Ley (PNL) por la que se instaba a la Junta a iniciar los trámites para solicitar a la Unesco la declaración de Patrimonio Cultura Inmaterial de la Humanidad a la Virgen del Rocío, la romería, el ajuar de la Blanca Paloma y todo cuanto conforma el mundo rociero. El PP ha presentado una enmienda a la misma para "mejorarla" por los pasos necesarios que se deben dar.
Más allá del Patrimonio Inmaterial, en febrero de 2022 la comisión de cultura del Congreso aprobó una PNL que instaba al Gobierno a respaldar la candidatura del yacimiento arqueológico de Los Millares, en Almería, a Patrimonio de la Humanidad que ya cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Santa Fe, Gádor y Alhama, la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía. También en Almería, la Alcazaba aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad. El Consistorio de la capital solicitaba en julio de 2022 la tramitación de esta petición, que incluye tanto el conjunto monumental como su entorno, a la Junta de Andalucía.
El Caminito del Rey, en la provincia malagueña, también aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad. La Diputación de Málaga solicitó en noviembre de 2022 a la Delegación de Cultura de la Junta en la provincia que este recorrido y su patrimonio industrial fuese declarado BIC, un paso previo requerido por la Unesco. La solicitud se está tramitando y cuenta con el apoyo del Gobierno andaluz.
Según la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972, el primer paso que debe llevar a cabo un país para incluir un bien en la Lista de Patrimonio Mundial es la realización de un inventario de los bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Este inventario se conoce como Lista Indicativa y refleja la diversidad cultural y natural de un país con un potencial valor universal excepcional. Los bienes susceptibles de ser presentados posteriormente a la Lista de Patrimonio Mundial deberán permanecer un tiempo mínimo de un año en la Indicativa antes de poder presentar su candidatura formal.
Para entrar en la Lista en España, cada gobierno autonómico selecciona los bienes de su región susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial, y presenta la selección al Grupo de Trabajo I de Patrimonio Mundial. En él se aborda de una forma técnica el estudio de las nuevas propuestas para integrar la Lista Indicativa española para obtener los mejores resultados por medio de propuestas de calidad que sean acordes con la Estrategia Global.
La comunidad autónoma presenta al Consejo de Patrimonio Histórico los bienes susceptibles de incorporarse a la Lista Indicativa y la recomendación del informe técnico del Grupo de Trabajo. El Pleno del Consejo del Patrimonio Histórico aprueba las inclusiones a la Lista Indicativa Española. El Ministerio da traslado de la misma al Centro de Patrimonio Mundial que, si se cumplen los requisitos necesarios, lo eleva al Comité de Patrimonio Mundial para su evaluación.
