La población de lince ibérico en estado salvaje en Doñana, que se localiza en dos núcleos, ronda, tras las bajas de este año, unos 60 ejemplares, según la información facilitada por grupos ecologistas y la administración andaluza.
El sábado se halló en el término municipal de Bonares (Huelva) el cadáver de Caribú, un macho capturado en Sierra Morena para ser liberado, el 25 de noviembre de 2008, cerca de la laguna de Santa Olalla, el corazón de Doñana, para aumentar la escasa variabilidad genética que sufre la población de este espacio protegido, muy afectada por su elevada consanguineidad.
Los primeros estudios realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD) señalan como causa de muerte una inanición prolongada, con alto nivel de deshidratación.
El mismo día por la noche fue encontrado por guardas del coto, en una zona próxima a Mazagón (Huelva), otro cadáver de lince en avanzado estado de descomposición, del que se desconocen las causas de la muerte.
El domingo, un conductor avisó al 112 tras encontrar el cadáver de otro ejemplar, un animal de año y medio nacido en 2009, en la A-471, carretera del Espacio Natural Doñana que discurre entre Almonte e Hinojos, poco después de ser atropellado.
Esta es la segunda vez en lo que va de año que un macho muere como consecuencia de un atropello en las carreteras de Doñana, después del hallazgo el 10 de marzo de un macho de dos años en la carretera de Almonte al Rocío.
A estos cuatro hay que sumar la muerte de Estepa, una hembra de dos años, cuyo cadáver fue hallado el 1 de febrero en un camino sin que se supieran inicialmente las causas de su muerte; la de Fael, el 18 de febrero, en cuyo cadáver se localizaron perdigones y el de la hembra Lula, de 9 años, muerta tras un pelea con un felino, cuyo cadáver se localizó el 17 de abril.
La Junta insiste en que los datos de nacimientos de lince ibérico en estado salvaje en Doñana, por encima de la veintena al año, demuestra el “buen trabajo” de los socios del Proyecto Life para la conservación de la especie.
