Álvarez intentará convencer al PP para que la apoye, aunque los populares ya resultaron engañados por sus socios con las irregularidades de la anterior concesionaria.
La delegada de Desarrollo Sostenible, Rosario Álvarez, se verá las caras en la jornada de este lunes con los responsables del Partido Popular y del Partido Socialista para intentar convencerlos de las supuestas bondades de una adjudicación a dedo del servicio de limpieza de alcantarillado a la empresa Aquagest.
Lo que se intenta, después de un año de adjudicación provisional -también a dedo- del servicio, es evitar tener que sacarlo a concurso público a través de la famosa plica para la que al parecer el Ayuntamiento no ha encontrado el dinero suficiente, aunque tendrá que explicar cómo, sin el dinero necesario, va a conseguir los resultados que la propia delegada exponía en el Pleno sobre las irregularidades contables.
El argumento que utilizan ahora los andalucistas -y que pudieron utilizarlo antes de la polémica adjudicación a la anterior empresa- es que el Pliego de Bases Generales Técnico-Jurídico-Económicas aprobado por el Ayuntamiento, establecía en su base 55 que “si durante la vigencia de este contrato o durante cualquiera de sus prórrogas se completase el ciclo integral del agua, mediante la entrada en servicio de la depuradora de aguas residuales, el Concesionario y el Ayuntamiento podrán celebrar el oportuno contrato de ampliación del objeto de la concesión, integrando en la misma los Servicios de Alcantarillado y/o la estación depuradora de aguas residuales con la oportuna actualización del canon de concesión y siempre como máximo hasta la terminación de vigencia de este contrato o de sus prórrogas, estimando esta modificación contractual como una adición al contrato pero nunca como una novación del mismo a los efectos legales que correspondan”.
Monopolio El problema es que el servicio en cuestión se ha demostrado que cuesta en la actualidad alrededor de un millón de euros para tenerlo cubierto las veinticuatro horas y no ocurra lo que ocurrió con las horas extraordinarias y los misteriosos partes de trabajo desaparecidos.
A la vez, la empresa agraciada tendría controlado en forma de monopolio servicios básicos para los ciudadanos como el suministro del agua, el cobro de la tasa de basura que si el usuario no la paga le cortan el agua, y ahora la limpieza del alcantarillado.
Desde el PSOE se ha dicho que quieren escuchar lo que le tienen que decir y desde el PP, que van a “mirar con lupa” lo que se proponga. Entre otras cosas porque la se ya colaron sus socios en 2009.