La plataforma Adolescencia Libre de Móviles, formada por familias contrarias a normalizar la entrega de teléfonos inteligentes a niños menores de 12 años, lanzará a finales de febrero una campaña, a pie de institutos, para concienciar a las familias sobre este tema.
Uno de los portavoces de la plataforma, Xavier Casanovas, ha explicado a EFE que están diseñando la campaña y que consistirá en repartir folletos y colgar carteles, y que están intentando poder intervenir en las reuniones de padres para concienciar a las familias de su poder decisión, más allá de la presión social, y explicar los problemas que conlleva el uso del móvil para los alumnos de ESO.
"Estamos en la segunda fase de desarrollo de la plataforma, tras el crecimiento inicial por toda España y la campaña de Navidad en la que recomendábamos no comprar teléfonos inteligentes a los niños", ha dicho el portavoz.
En esta segunda fase, el trabajo consistirá en "hacer ver a los padres que tienen el poder de decidir si entregan o no un móvil a sus hijos" y que "no lo entreguen por la influencia de la presión social", ha dicho el portavoz.
"Los padres hemos perdido la capacidad de decidir qué es lo mejor para nuestros hijos" y es algo que "se debe revertir", ha declamado el miembro del colectivo.
Xavier Casanovas también ha dicho que en la campaña se incidirá en los problemas que implica usar el teléfono móvil antes de llegar a los años finales de la adolescencia, como ha indicado la Sociedad Catalana de Pediatría.
Asimismo, el portavoz de las familias ha opinado sobre la postura del Consejo Escolar del Estado, que aconseja que el alumnado de Secundaria apague el móvil desde la entrada hasta la salida del instituto, y en Infantil y Primaria aboga por no llevarlo al colegio salvo que existan razones individuales "muy específicas".
Xavier Casanovas ha aplaudido la postura del Consejo Escolar del Estado porque "va muy en la línea de lo que defendemos" y ha reiterado que una normativa común a todos los institutos para que cada uno adapte según su proyecto educativo, como pretende la consellería, provocará "desconcierto y desigualdad entre centros y no resolverá el problema".
"La Sociedad Catalana de Pediatría lo tiene claro y aconseja retrasar el uso del móvil hasta finales de la adolescencia", ha recordado Casanovas, que también ha indicado que si los alumnos necesitan un móvil por razones justificados o educativas, "sea el centro educativo quien lo proporcione".