Aprovechar al máximo lo que ya tenemos, disfrutar de lo que sentimos, aprender a ser más creativos con lo que existe y ser capaces de crear lo que no vemos en la realidad, y desafiar los malos momentos siendo capaces de reírnos de nosotros mismos y con los demás.
La música del humor en nuestras vidas es terapéutica y nos ayuda a sobrellevar los momentos difíciles, nos llena de optimismo nuestro interior y dibuja la sonrisa y la risa en nuestro exterior , nos motiva a trabajar con objetivos e ilusiones, reinventándonos en los momentos difíciles y complicados.
Nos impulsa a utilizar las palabras oportunas en cada momento y poner en el pentagrama las notas precisas para que la música suene a gloria a nuestros oídos, el mejor ingrediente en la olla para que los platos nos sepan a la mejor delicia para nuestros gustos.
Cada mañana nos levantamos dispuestos a esforzarnos para alcanzar la cima y no morir de éxito desde el conformismo, ni tratar de superar a todos los demás intentando batir récords y que las contradicciones nos sirvan para progresar en nuestras ideas y pensamientos y no para retroceder.
Nuestra prioridad debería ser sentirnos alegres y hacer felices a los demás, soñando con que un día quienes padecen los horrores de la guerra escuchen de nuevo los acordes de la paz y la sinfonía del humor. Siempre con nuestras manos tendidas para estar dispuestos a ayudar a los demás.
El buen humor nos refuerza, el enfado y el cabreo nos debilita .y genera ruido y torpedos que solo buscan la destrucción de quienes no piensan como nosotros. Con el ejercicio más inteligente que tenemos, el del humor, somos capaces de vencer los vendavales que nos salen al paso , superando las emociones negativas.
Hay quienes en el colmo de su agresividad se pasan el día alterados entre lo tóxico y lo nocivo, y no encuentran espacio ni tiempo para no quedar atrapados en el mal sin solución y las crisis sin remedio. y por eso quienes tienen sentido del humor son capaces de comenzar sus días con el propósito de disfrutar de cada momento, vacunándose de aquellos seres negativos que harán todos los esfuerzos por amargarnos la vida y contagiarnos su mal humor. No les dejemos que se salgan con la suya.
Perdemos mucho tiempo entre enfados y pesimismos, sin darnos cuenta de que el entusiasmo y la animación son el mejor regalo, en lugar de estar preocupados por tonterías y cuestiones que no merecen la pena y muy pendientes del “qué dirán”o “qué pensarán” , si hemos hecho esto o lo otro y nos olvidamos de lo importante , y de lo que más nos puede hacer disfrutar es el hacer bien sin mirar a quien , ya que el que siembra recoge , y todos tenemos derechos a pasárnoslo bien.
Si podemos seamos sembradores de sonrisas, y no sería malo comenzar contando algún chiste, alguna anécdota simpática o sacando la parte graciosa a las cosas y a las situaciones y entrenémonos en el difícil deporte que es reírnos de nosotros mismos , aprendiendo que no somos ni el ombligo ni el centro del mundo.
No estemos en todo momento creyendo que lo hacemos mal y que todo el mundo en el trabajo quiere hacernos “mobbing” y liberémonos de complejos de culpabilidad , pensando que el mundo no funciona sin nosotros. Gran equivocación, todos y cada uno de nosotros somos necesarios e importantes , pero aunque no nos guste, no somos prescindibles . Ah y si alguien se empeña en ser malaje , que sepa que va a aburrir hasta las ovejas , así que vayamos alegres por la vida e intentemos pasárnoslo bien.