La particular Navidad arcense ha vuelto a obrar el milagro de reunir a una decena de amigos, artistas de diversas disciplinas, en torno al proyecto ‘La Salita-Arte’, que acaba de cumplir su cuarta edición como alternativa cultural en estas fechas en medio de multitudes y fiesta pura y dura. Milagro porque no siempre hay ocasión de congregarse por los quehaceres particulares, pero esta ‘Salita-Arte’ reviste, sí, motivo de marcar en rojo en el calendario navideño para seguir abonando el arte y la amistad.
El número cinco de la calle Alameda de Arcos, vivienda particular del escultor y profesor Francisco José Medina, se convierte, así pues, en sala de exposición abierta al público, para mostrar ‘Las libélulas del mundo’ ideadas por Javier Troncoso (un trabajo que abre caminos hacia la reflexión y que invita a contemplar nuestra relación con lo sublime); las ‘Cerámicas’ de Antonio Mancheño (piezas únicas que dan testimonio del paso del tiempo y que evocan recuerdos y emociones); los collages de Marixu Villalba que enseñan parches de ropa, dibujos a lápiz, flores secas, garabatos y manchas de acuarela que plasman su particular caos interno; la muestra ‘Vita flumen’ de José María Rivera, obra pictórica “que habla del vivir, de la aceptación del ausente, de la asimilación existencial del duelo” y que refleja al mismo tiempo la poesía de Jorge Manrique dedicada a su padre; la titulada ‘Cementerio judío en Praga’, del artista anfitrión, que viajó en marzo de 2024 a la ciudad checa donde quedó sobrecogido por las 12.000 lápidas que constituían una amalgama lítica “que habla del tiempo y la muerte”; ‘Espacio liminal’, fotografías de Marcos Medina sobre la playa, donde convergen la vastedad natural y la intervención humana;‘Mi voz es la de ellos’, de Celia Hache (poemas que reúnen palabras aleatoriamente de otras personas, incluso de su abuela afectada de Alzheimer); y ‘Anquilosamiento’, de Irene Merino, un trabajo que recoge su particular testimonio sobre el sufrimiento tanto físico como psicológico que produce la artritis psoriásica que sufre desde que era niña. Se le suman ‘Reflexiones’, de la fotógrafa Estrella Serrano, artista que también forma parte del equipo directivo y creativo de ‘La Salita-Arte’ como gestora de proyectos; y Guillermo Rodríguez, artista invitado y director del cortometraje ‘Azul Royale’.
En suma, escultura, pintura, poesía, cerámica, instalaciones, collages, fotografía, música y cinematografía en una muestra marcada por el aumento de artistas participantes, la diversidad de materiales usados por cada uno de ellos y el proceso constructivo que ha tenido cada obra.
Los materiales usados han ido desde terracotas esmaltadas y porcelanas, hasta temples, acrílicos, oleos y pigmentos. El uso de la piedra, la tierra y la arena tiene también un papel muy relevante en varias obras. Igualmente, destacan diversas maderas, fotografías sobre papel, proyecciones videográficas y varias fuentes lumínicas.
“Detrás de cada obra presentada hay un concepto, un posicionamiento ante el día a día, un procedimiento en el hacer que completa la mirada de lo matérico y que forma parte de su esencia; lo constructivo como protagonista en el proceso creativo”, señalan desde ‘La Salita-Arte’.
Obras que trasladan al público a universos oníricos que se translucen en veladuras y manchas que revelan un discurso existencialista; la conciencia táctil, espacios ficticios…; sensaciones que produce esta “exposición coral construida desde lo diverso, en la que cada artista con su discurso interno cohesiona su obra con la del resto de los participantes”.
