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Última Columna

Francamente por qué Franco sigue siendo noticia

Estudiar el Franquismo es necesario, hay que conocer lo malo para no repetirlo. Pero,airearlo fuera del currículum parece desmedido e incluso contraproducente

Publicado: 12/01/2025 ·
09:57
· Actualizado: 12/01/2025 · 10:08
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Autor

Rafael Fenoy

Rafael Fenoy se define entrado en años, aunque, a pesar de ello, no deja de estar sorprendido cada día

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En este blog se pretende compartir análisis, reflexión y algo de conocimiento contigo persona lectora

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Más de una persona y más de dos, se preguntan ¿a qué viene colocar en la palestra de la actualidad a Franco, quien murió un 20 de noviembre de 1975, para mantenerlo todo un año con 100 actos públicos? En la historia del psicoanálisis la “Muerte del Padre” es objeto de constantes referencias. Ya que es posible encontrar miles de reflexiones en internet. Con una sola de ellas puede ser suficiente: Artículo de Rocío Valencia (https://spm.mx/2018/algunas-consideraciones-sobre-el-padre-muerto/). Sólo “matando al padre”, en sentido psicoanalítico (super yo), es posible la entrada en la adultez. Según el psicoanálisis es indispensable independizarse de la gran influencia que en la conformación de la personalidad tienen la figura paterna. Los referentes históricos de dictadores en todos los tiempos vienen a la memoria: desde el “padrecito Stalin”, hasta los “huérfanos” de los jerarcas fascistas y nazis. En la España de 1975, también hubo muchísimas personas que se sintieron huérfanas cuando murió el dictador Franco. Repasar la prensa del día 21 de noviembre permite ver las imágenes de larguísimas colas, de miles de personas que en Madrid deseaban dar su último adiós al cadáver de Franco. Mucho se ha escrito sobre las horas siguientes al óbito. Una sola referencia https://www.Latribuna decuenca.es/noticia/z1437e6f1-026e-390f-ec00e1264b3fbf69/201910/unos-testigos-en-primera-línea, permite acercarse, desde la perspectiva de cuatro periodistas a como se vivieron los días del desenlace. Reporteros antaño que ocuparon años más tarde importantes responsabilidades en medios de comunicación. Otras personas, muchas, les pareció mentira que el gran obstáculo para la libertad se hubiera volatilizado. Y aunque nadie sabía como se desarrollarían los acontecimientos inmediatos, no cabía duda de que algo muy importante en la historia de España había ocurrido.

La pregunta es por qué cincuenta años después de su muerte (faltan unos meses) el gobierno de España invoca el recuerdo de Franco. Hay quien no acaba de entender esta “añoranza”, cuando las personas menores de 65 años no parten de una experiencia vital de la dictadura. La inmensa mayoría de quienes vivían por aquellas fechas ya no están en este mundo. La población española con más de 65 años de edad ronda sólo los 9 millones de personas, mientras la población total se sitúa cerca de los 49 millones. Por qué el presidente del Gobierno advierte que es posible que una dictadura como la de Franco “Vuelva a ocurrir”. La crónica de María Salgado (Redacción La voz de Galicia) así lo recoge con el título: Sánchez critica a quienes buscan olvidar el franquismo: «Puede volver a ocurrir». Para afirmar tal cosa se precisa previamente analizar no la muerte del dictador, sino por qué comenzó la dictadura de Franco. Surge la pregunta: ¿Las condiciones que permitieron el golpe militar del 18 de julio de 1936 se están produciendo actualmente? Los sublevados contra el gobierno de la República esgrimieron varias “razones” para justificar tamaña tragedia. Apuntaban al desgobierno, al clima de crispación entre partidos políticos, a la violencia verbal e incluso física contra cualquier adversario político, considerado enemigo, llegando al asesinato. Hasta D. Miguel de Unamuno las compartía. Apoyó al inicio creyendo de buena fe la necesidad de un cambio, dándose cuenta a los pocos días, pero tarde, que los monstruos fascistas pretendían apoderarse de España. Qué de actualidad están sus reflexiones expresadas en el paraninfo de la universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936. Y, aunque sea “imposible reconstruir la literalidad del discurso de Unamuno”, a juicio de Severiano Delgado Cruz, bibliotecario de la Universidad de Salamanca; es posible quedarse con la célebre frase: «Venceréis, pero no convenceréis», o aquello de que más o menos vino a decir: «Tened en cuenta que vencer no es convencer, ni conquistar es convertir.” ¡Cuanta falta hace que el pueblo quede convencido (no ninguneado) de las medidas políticas que se adoptan a sus espaldas!

En enero de 2025 ¿España se encuentra como en julio de 1936? No hay muchas similitudes en las actuales coordenadas históricas, sin embargo el deterioro de la “democracia” en el ánimo de las gentes es evidente. ¿De dónde nace? ¿Por qué tienen tan mala fama los políticos?… ¿Tiene algo que ver el franquismo con ello? Y si sólo el 18% de la población puede estar influida por la dictadura de Franco, parece evidente también que no es el franquismo fuente de este malestar que experimenta el pueblo por la política. Y si nada tiene que ver el franquismo, aunque algún infiltrado siempre hay, ¿por qué no se pone remedio al hastío hacia la política partidaria y quienes deben dar ejemplo comienzan a hacerlo? El mejor antídoto contra la dictadura es que políticamente se respete al pueblo. No se le avasalle (hacerle vasallo), no se le ningunee, no se le abrume a impuestos, no se le impida decidir sobre lo que le afecta directamente. Si a estas alturas de siglo XXI se resucita la memoria de Franco ¿tendrá que ver con las “dictaduras” votadas cada 4 años?

Por otro lado, el énfasis que el Gobierno pone en este asunto, hay quien lo interpreta en clave partidaria. Estaría utilizando básicamente el “miedo al franquismo”, para endosarle la “marca” a quienes en las encuestas estarían en condiciones de arrebatarle el gobierno de España. En el paquete de medidas electorales que Pedro Sánchez parece desplegar poco énfasis se hacen valer méritos propios. Hay quien piensa que la cosecha propia podría tener algún valor: subidas del salario mínimo, la actualización de las pensiones, mejora del empleo… Si fuese capaz de llegar a la cita electoral con otras realizaciones como: reducción jornada laboral, aumento de oferta de vivienda social (si se hacen), dignificación de salarios, control de precios productos básicos, trato homologable a la fiscalidad de todas las comunidades autónomas… ¿Tendría sentido resucitar a Franco? Pero no parece el gobierno vaya a alcanzar esos objetivos deseables y por si acaso, ¿Por qué no invocar al fantasma del tardofranquismo este 2025? Y por aquello del cincuentenario, toca avivarlo. Este derrotero es muy corto ya que todo quedará en el anuncio de ¡Que viene el COCO! “Que puede repetirse la dictadura”. Poca preocupación va a generar en quienes ya tienen prácticamente depositado el voto a favor de la oposición de “derechas”. Que por cierto no lo fundamentan en añoranzas del pasado, sino en constataciones del presente. Y muy tibios apoyos se conseguirían entre las nuevas generaciones que todo esto les suena a “rancio”.

Para concitar el apoyo suficiente para seguir gobernando sería más inteligente insistir en las propias conquistas, sobre todo quedando, como dicen, algo más de 2 años para la nueva cita electoral. Consecuentemente si quienes gobiernan desean volver a hacerlo no les queda más remedio que realizar políticas que mejoren la vida de la ciudadanía. Hacer que las grandes cifras de la economía española permitan mejorar las pequeñas de los hogares. Restituir la inquebrantable voluntad de la unidad de España. Generar en el electorado la seguridad de que la gestión de gobierno es honesta, sin fraudes, sin mentiras, sin escándalos… y de esta forma convencer, a tantas gentes indecisas o defraudadas, que el renovar gobierno hasta el 2031 les interesa y mucho. Obras son amores para convencer a quienes se les pedirá el voto cuando eso ocurra. Eso sí, Franco y el franquismo como objeto de estudio en los libros de texto que no falte, hay que conocer lo malo para no repetirlo. Pero, airearlo fuera del currículum parece desmedido e incluso contraproducente, ya que más que un acicate para quienes no vivieron esos momentos, puede convertirse en una mala vacuna o peor aún en un somnífero. Fdo Rafael Fenoy

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