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Arcos

La presentación del Vía Crucis de las hermandades de Arcos es una cadena de reflexiones

El cartel es de Manuel Moreno con el Cristo de los Remedios y Paz como protagonista. El párroco de Santa María diría que ni Trump ni Putin muestran el camino...

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Los actores de la presentación en la clásica foto 'de familia'.

Detalle de la obra anunciadora del Vía Crucis.

Detalle del cartel anunciador del Vía Crucis.

Uno de los principales acontecimientos del tiempo cuaresmal en Arcos es el Vía Crucis de las hermandades que ya tiene fecha: el 10 de marzo con el rezo inicial en la Basílica de Santa María, en esta ocasión con la sagrada imagen del Santísimo Cristo de los Remedios y Paz, titular de la cofradía de El Silencio, trasladada desde San Pedro para la ocasión. Y como gran acontecimiento que es, necesitaba de un cartel anunciador a la altura de las circunstancias, una sobria y bella obra del hermano y fotógrafo Manuel Muñoz Moreno que quedó descubierta por el Consejo Local de Hermandades y Cofradías (CHHCC) en un íntimo pero simbólico acto desarrollado en la ermita de San Antonio Abad, sede histórica de la hermandad protagonista.

Tras las palabras de bienvenida y de explicación del sentido cristiano del Vía Crucis como conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, el propio autor del cartel descubriría su obra donde destaca en primer plano la talla del Cristo de los Remedios y Paz que parece estar flotando en el negro que domina el fondo de la estampa.

La presentación estuvo precedida de una reflexión sobre el sentido del Vía Crucis y el misterio de la redención, que también serviría para invitar al público figuradamente a admirar la cruz.

El hermano mayor de El Silencio, David Romero Torres, agradeció en sus palabras que el CHHCC se haya inclinado por su hermandad para el piadoso Vía Crucis, así como la belleza de la obra presentada y el trabajo de “sus guías” que son sus compañeros de junta de Gobierno. En una preparada presentación, defendería el carácter de paz de su Cristo y rechazar la guerra que azota al mundo, a la espera de ese tiempo “esperanzador” que es la Cuaresma.  También intervendría el coordinador del Vía Crucis, José Antonio Rondán, para explicar al público cofrade los meses de preparativos que ha requerido la organización de cara al evento del primer lunes de Cuaresma. El ejercicio piadoso  contará con el tradicional rezo de cada estación asignado a las hermandades y música de capilla. Antes del Vía Crucis, la imagen del Cristo partirá de San Pedro a las 19.00 horas del mismo 10 de marzo para realizar un pequeño recorrido por el casco antiguo hasta Santa María. Terminado el Vía Crucis, la imagen regresará a su templo, de nuevo cruzando  el casco antiguo. Todo ello con la clásica organización que queda abierta por la cruz de guía, representación de las hermandades, del propio Consejo, la Iglesia y el Ayuntamiento, y por supuesto del pueblo, cerrando la procesión la imagen del Cristo. Estampa que quedará iluminada por la luz de velas. La comitiva estará acompañada por un sexteto de música de capilla.

Después de las reflexivas palabras de José Antonio Rondán sobre el sentido de la muerte de Cristo y de cómo Dios invierte “lo peor en lo mejor”, seguiría la intervención del delegado de Cultura, Andrés Camarena, quien felicitaría la elección de la ermita de San Antonio Abad para el acto como símbolo de la riqueza patrimonial de la ciudad y también del patrimonio de las hermandades. Asimismo, agradecería la labor cofrade en el campo de la ayuda social a las familias.

El presidente del CHHCC, Miguel Ángel Roldán, haría un guiño al delegado de Cultura cuyo trabajo, dijo, se nota en cada rincón de Arcos. Su palabra más repetida fue “gracias”, pero gracias también como “un don de Dios”. Gracias, también, a los organizadores del acto y por supuesto al autor de la obra anunciadora. “Este vía crucis no es sólo una tradición más, es un testimonio de nuestra entrega a Cristo y a su pasión redentora; es mucho más que un acto externo, es una invitación a caminar al lado del señor…”. Añadiría que, como cofrades, tienen la misión de ser “portadores de esa esperanza y ser luz en ese mundo que tanto lo necesita”.

Cerraría la solemne y rica presentación, el asistente eclesiástico del CHH y director espiritual de la hermandad del cartel, Manuel Jesús Ortiz; para decir que “todos los presentes somos iglesia”, y añadir algo al menos curioso: que el camino de este mundo no lo muestran ni Trump o Putin, sino Dios; y que ese camino es “la humildad”. Por último, invitó a cargar la cruz con amor como camino de la humanidad…

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