La moda de decorar los negocios con graffiti llega a Jerez

Publicado: 10/07/2011
La decoración se extiende a las fachadas de los negocios, al interior, incluso a las casas particulares
El graffiti es, desde hace algún tiempo, un problema social mal visto por los ciudadanos. Las firmas hechas con un aerógrafo, un mensaje mal escrito o un dibujo a medio hacer en una fachada de un establecimiento, dan un aspecto de suciedad y deterioro de la imagen de la ciudad.
Los dueños de los comercios y las casas tienen que acarrear con las consecuencias de este vandalismo y gastarse el dinero en limpiar sus fachadas cada vez que alguien decide usar la pared como lienzo.
Los edificios gubernamentales e históricos de la ciudad tampoco se libran de los graffitis, y es común ver algunas pintadas en la muralla de la calle Porvera, entre otros.
Pero un graffiti bien hecho no deja de ser arte. Una pintura que impresiona además por su tamaño y su técnica. Es por eso que algunos comerciantes, y cada vez más, contratan a graffiteros para que les pinten las fachadas o incluso los interiores de los edificios.
De esta manera llenan de arte una pared y, además, se libran de que otros puedan pintar encima, pues los graffiteros suelen respetar los dibujos de otros.
“Cuando uno lleva años pintando, le da pena estropear un graffiti”, dice el graffitero Pol Niuman, quien explica que “quien hace eso, no es un graffitero, sino cualquier persona que ha cogido un bote para hacer su firma o escribir un mensaje”.
Pol Niuman lleva casi 10 años pintando para establecimientos y casas particulares. Afirma que uno de sus trabajos más recientes, la fachada del supermercado Aldi, le ha dado a la gente el empuje que necesitaba para animarse a llamarlo y hacer trabajos.
“La gente tiene mucho miedo de meter a un graffitero en su casa o en su local para que le pinte algo, porque lo relacionan con letras brillantes y demás, pero a partir de este trabajo parece que están viendo que el graffiti es algo más que eso”, afirma.
Pero algunos se animan, como fue el caso del supermercado Aldi. A través de la Delegación de Juventud contactaron con Pol Niuman y le ofrecieron el trabajo.
“Llevábamos ocho años con el supermercado en Jerez y queríamos darle un cambio de imagen y mejorar el inmueble”, explica Gerardo García, responsable de área de los supermercados Aldi.
“Además pensamos que de esta forma la gente que se dedica a escribir mensajes y firmas en las paredes lo respetarían más”, comenta.
Después de que Pol Niuman le ofreciera varios proyectos, finalmente fue aceptado el que ahora puede verse en la fachada. “Quisimos darle unhomeje a Jerez, y pensamos que esta era una buena forma. Además, hay mucha gente que se para y se echan fotos”.
Gimnasios, discotecas, tiendas o viveros. Parece que cada vez el graffiti se está poniendo más de moda, siendo ahora una actividad profesional como cualquier otra.
Pol Niuman explica que en los gimnasios el graffiti es útil para darle amplitud al local. Muchas veces las máquinas están demasiado pegadas a la pared, pero con un dibujo la sensación de profundidad aumenta, siendo el espacio menos agobiante.
También son muchos los domicilios particulares que apuestan por este tipo de arte a la hora de decorar sus dormitorios.
“Al principio me pedían muchos retratos, incluso para pintarlos en las habitaciones, pero ahora son más los trabajos sobre paisajes: un bosque, o una playa encima del cabecero de la cama, o incluso dibujos en las habitaciones de los niños”.

Pintamuros
Desde el ayuntamiento también se ha querido normalizar la práctica de los graffitis con el programa Pintamuros, que nace en el 2001 para mejorar la convivencia ciudadana y el estado de la ciudad, deteriorado por las pintadas y las firmas. “Se creó, por un lado, para poner un poco de orden en la ciudad, y por un lado y para a tender a las necesidades creativas y de expresión de los jóvenes”, dice Antoni Gabarre, desde la delegación de Juventud.
Jerez es pionera no solo en España sino también en Europa en este tipo de iniciativas, que incluso están copiando otros ayuntamientos, según Gabarre.
El programa aporta muros para la libre expresión y otros para el aprendizaje de técnicas de los más novatos. “Y el estar pintando en la calle da pie a que empresas continuamente y reclamen la ayuda y el encargo a jóneves”, dice Gabarre.
Las empresas van a la delegación de Juventud a preguntar y desde allí les ponen en contacto con los jóvenes que pueden estar capacitados para llevar a cabo el trabajo.
Por otra parte, el Ayuntamiento lleva un programa de prevención del vandalismo en los colegios. este año se han dado formación a más de 800 niños. Esta iniciativa cuenta con una parte teórica y otra práctica con la realización de murales dentro de los patios de los centros.

“Ya no hay libertad de expresión cuando pintas”
Samuel, más conocido como Pol Niuman, comenzó pintando graffitis a los 12 años. “Primero, con los amigos de la barriada hacía firmas, pero luego quise mejorar y dibujar algo que tuviera forma”. Aprendiendo por su cuenta, a los 15 años obtuvo su primer trabajo pintando los Viveros Olmedo con un amigo. Poco a poco fue mejorando la técnica y obtiendo más encargos.

—En esto del graffiti hay muchos estilos, ¿cuál es el tuyo?
—Mi estilo es el realismo: retratos, paisajes... Ahora, por ejemplo, he pintado en el parque de bomberos un retrato.
—¿Crees que Jerez ofrece oportunidades en el mundo del graffiti?
—Aquí lo que pasa es que la gente es muy cerrada al graffiti. Se creen que van a ser unos letreros, unos colores cantosos y demás. Y es una pena porque aquí se podrían hacer muchas cosas, en el zoológico, por ejemplo, o unos murales de flamenco.
—¿Cómo salió el trabajo del Aldi?
—Me llamaron contactando con los de la Delegación de Juventud y yo propuse unos diseños. La verdad es que intento siempre llevarlos a mi terreno, que es el realismo. Y allí estuve unos 36 días pintando.
—¿Suele haber mucho trabajo?
—A partir de que hice el trabajo en Aldi, la gente me está llamando más. Porque parece que la gente tiene miedo de meter a un graffitero en su casa, no saben lo que les voy a hacer, pero ya tienen esa trabajo como referencia. Antes pintaba más en casas particulares, pero ahora son más negocios los que llaman. He pintado en discotecas, gimnasios y ahora estoy hablando con Zootécnica para hacer un proyecto.
—¿Qué suele pedir la gente?
—Al principio empezaron con los retratos, de los niños, o del mismo que me llamaba. Pero ahora son muchos paisajes.
—¿Qué tienes planeado ahora?
—Ahora estoy haciendo unos cuadros para una exposición, que tengo una pendiente en Málaga, en una galería de allí, y cuando termine quiero hacer una aquí en Jerez.
—Tus retratos de los políticos jerezanos han creado mucha polémica.
—Cuando pinté a Pilar Sánchez era la época cuando estaban los carteles de que éramos 200.000 habitantes, yo únicamente quise noticiar que también éramos 20.000 parados. Pero siempre que haces algo político, te critican. Ya no hay libertad de expresión. Si pintas a cualquier político con cualquier mensaje, ya sea positivo o negativo, sin faltar al respeto, te lo tachan y te dicen que eres de tal o cual partido. Y es realidad es sólo por llamar la atención.

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