El 92% restante corresponde a entidades que no requieren capital adicional o que, requiriéndolo, tienen previsto captarlo por vías privadas.
Así lo explica el Banco de España en un comunicado remitido hoy en el que se repasa la reestructuración del sector, tras la que quedarán quince cajas o grupos de cajas.
Un proceso que, según el organismo, era “obligado” y que es “harto laborioso por la variedad e importancia de los ajustes normativos que ha exigido y por la complejidad de las decisiones y negociaciones que ha supuesto”.
En este sentido, matiza que los proyectos en los que se prevea captar recursos mediante el FROB o mediante salida a bolsa o por inversores privados, deberán concluir antes del próximo 30 de septiembre, fecha en la que, por tanto, “el sistema financiero español contará con el elevado nivel de capital requerido”.
El Banco de España añade que este nivel de capital exigido “eleva de manera significativa las garantías de solvencia del sector, extremando la protección ante la eventualidad de escenarios más adversos incluso que los planteados por las pruebas de resistencia”.
Sobre estas pruebas que se publican el viernes, el Banco de España dice que ha considerado “relevante” que este ejercicio al igual que el año pasado lo lleven a cabo todos los bancos cotizados y cajas, y más ahora que está apunto de culminar la citada reestructuración. El organismo también asegura que 16 de las 18 cajas o grupos de cajas actuales están inmersas en procesos de constitución de 14 bancos.