El Banco Central Europeo (BCE) redujo ayer en medio punto porcentual los tipos de interés en la eurozona hasta situarlos en el 1,5%, su mínimo histórico, a la vez que no descartó que ante la persistencia de la crisis puedan llegar otros recortes
También procedieron ayer a un recorte de los tipos de interés el Banco Nacional de Dinamarca, que aplicó un tijeretazo de 0,75 puntos hasta situarlos en el 2,25%, y el Banco de Inglaterra, que los rebajó otro medio punto para dejarlos en el 0,50%, un nivel sin precedentes en 315 años de historia.
Los motivos de estas reducciones son en todos los casos los mismas, una recesión más fuerte de lo esperado y los temores crecientes sobre la solidez del sistema financiero europeo. En el caso de la zona del euro, incluso de la solvencia de sus Estados.
“El impacto de la crisis en la economía real es notorio y obliga a medidas excepcionales”, afirmó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno celebrada en Fráncfort. Por esa razón, y pese a la resistencia de buena parte del consejo sobre una política de intereses cero o próxima a cero, Trichet tuvo que ceder a la evidencia y dejar la puerta abierta a eventuales nuevos recortes.
“No nos comprometemos a nada ni descartamos nada. No se ha decidido que el 1,5% es el tope”, declaró Trichet y añadió que si los riesgos que acechan a la economía se materializan, es posible que se proceda a una nueva reducción de los tipos.
El escenario macroeconómico dibujado ayer por la entidad europea deja pocas dudas, ya que hace una revisión a la baja de las proyecciones económicas para 2009 en la zona del euro.
Según los analistas del BCE, el crecimiento de la eurozona este año será del entre el -3,2 y el-2,2 por ciento, frente al menos -1 y el 0% aventurado en diciembre.
Para 2010, el BCE vaticinó ayer que la economía de la zona eurona crecerá en torno al -0,7%. En diciembre pronosticó que lo haría entre el 0,5 y el 1,5%.
Respecto a la inflación, que el BCE predijo al terminar el 2008 que en 2009 se situaría entre el 1,1 y el 1,7%, las nuevas previsiones hablan ahora del entre un 0,1 y un 0,7%.
Para el año próximo, el BCE pronosticó ayer que el índice armonizado de precios se situará entre el 0,6 y el 1,4%, frente al 1,5 y el 2,1% fijados en diciembre.
Además de reducir hasta el 1,5% el tipo básico para las principales operaciones de refinanciación en la eurozona, el BCE también redujo la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a las entidades, del 3 al 2,5%, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, del 1 al 0,5%. Ambos recortes se aplicarán a partir del próximo día 11 de marzo y van acompañados de la decisión de ampliar hasta finales de año, como mínimo, las modalidades de refinanciación adoptadas por la entidad europea tras el estallido de la crisis.
“Las subastas se seguirán realizando a un tipo de interés fijo y con adjudicación plena”, dijo Trichet. El presidente del BCE se refirió a los riesgos de las operaciones de refinanciación y en ese sentido reveló que el BCE reclama a cinco bancos cerrados por quiebra 10.300 millones de euros.
Las contra-partes en cuestión son Lehman Brothers Bankhaus, tres subsidiarias de bancos islandeses y el banco holandés Indover. Las transacciones se realizaron, según reveló Trichet, a través de los bancos centrales de Alemania, Luxemburgo y Holanda.
El BCE no ha dado por perdida sus reclamaciones, pero no aventuró cuando y en qué medida se resolverán las mimas.
El consejo del BCE acordó también ayer que si los riesgos de las operaciones financieras se materializan, éstos serán repartidos de forma proporcional entre los bancos centrales del eurosistema, de acuerdo al artículo 32.4 del Estatuto del BCE.
También por “precaución”, se acordó que cada banco central de la eurozona establezca sus propias provisiones para hacer frente a riesgos ligados a operaciones de refinanciación del eurosistema.
El monto total de esas provisiones serán inicialmente de 5.700 millones de euros, cantidad que se revisará anualmente.