El pasado viernes, Valve empezó a enviar a un grupo de 300 betatesters las primeras Steambox, unas máquinas similares a un PC, pero especialmente pensadas para utilizar videojuegos en el salón. Poco después, el sistema operativo que las da vida fue lanzado para su descarga.
SteamOS es un sistema operativo basado en Linux, concretamente en Debian en su versión Wheezy. De momento, la versión que ha puesto Valve en manos de los jugadores es una beta que por lo visto dista mucho de ser final y amigable para el usuario final.
Tiene un peso de 960MB y de momento tiene unos requisitos de 'hardware' bastante concretos: Procesador Intel o AMD de 64 bits, memoria RAM mínima de 4 GB, disco duro de al menos 500 GB,
tarjeta gráfica NVIDIA y puerto USB para su instalación.
El proceso de instalación es algo farragoso y se espera que Valve lo vaya puliendo para hacerlo más amigable, si quiere ganar cuota de usuarios y que SteamOS se convierta en un rival competitivo en el sector de los videojuegos. Por otro lado, borra todos los datos del ordenador y crea sus propias particiones, lo que podrá echar para atrás a más de uno a la hora de probarlo ahora que aún está tan "verde".
