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Las dos caras de la calle Porvera

El Ayuntamiento y los comerciantes de esta céntrica calle siguen manteniendo posturas muy distantes en cuanto al funcionamiento del plan de movilidad, por lo que hace falta que se estudie detenidamente el caso

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La reunión que ayer mantuvieron los representantes de los comerciantes de la calle Porvera y el Ayuntamiento ha dejado pocas soluciones sobre la mesa, aunque algunas de ellas pueden ser realmente efectivas. Sin embargo, sí puso de manifiesto que existen dos caras muy diferentes de considerar y vivir los cambios de tráfico que el plan de movilidad ha traído a esta céntrica y comercial calle según desde el prisma con el que se mire. Y así queda reflejado en las encuestas y datos aportados por cada parte. En este sentido, y según los datos aportados en la reunión por el Ayuntamiento extraídos de diferentes estudios realizados, en días laborables desde que se implantó la nueva red de transporte público, el uso de los autobuses urbanos ha subido un 17,4 por ciento; asimismo, actualmente hay una media de 2.100 viajeros en las líneas que utilizan el carril bus de la calle Porvera en su recorrido en sentido zona norte. Además, hay un 92 por ciento de personas que ven positivo la doble circulación en Porvera, que además cuenta con el respaldo del colectivo de taxistas, que de esta forma se ve beneficiado por los cambios en la circulación.
Pero el punto de vista de los comerciantes es totalmente diferente. Así, y según los datos hechos públicos por la plataforma Porvera Viva al término de la reunión, desde que se puso en marcha el plan de movilidad las pérdidas en los establecimientos oscilan entre el 15 y 20 por ciento generalizado hasta el 60 y 70% de algunos comerciantes, lo que ha provocado desde el pasado mes de enero la pérdida de diez puestos de trabajo y la reducción de jornada de algunos empleados más. Además, denuncian que se han producido desde entonces cinco accidentes en la calle a causa de los cambios y que hay pocas personas que paseen por la misma o que tomen el autobús. El diálogo sigue abierto, porque sólo de esta forma se podrán llegar a alcanzar soluciones, como la que ya está sobre la mesa: la habilitación de una zona de aparcamiento limitada a sólo media hora, que permitirá la rotación de vehículos y facilitará el estacionamiento. La crisis económica afecta al comercio pero hay que analizar detenidamente si el tráfico es un hándicap añadido para ellos y buscarles alternativas.

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