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Más de cuatro años a la espera de un semáforo en el barrio de Nueva Huelva

Los vecinos de la barriada de Nueva Huelva llevan más de cuatro años esperando que el Ayuntamiento de Huelva, a través de su concejalía de movilidad, instale la señalización semafórica en la confluencia de las avenidas de Valdelarco y Gómez de Avellaneda.

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  • Cruce en el que los vecinos de Nueva Huelva solicitan la colocación de un semáforo. -
Los vecinos de la barriada de Nueva Huelva de la capital onubense llevan más de cuatro años esperando que el Ayuntamiento de Huelva, a través de su concejalía de movilidad, instale la señalización semafórica en la confluencia de las avenidas de Valdelarco y Gómez de Avellaneda.
Según pudo observar este periódico in situ, y según las explicaciones del presidente de la asociación de vecinos, Guillermo Barriga, este cruce sólo está señalizado por una señal de Stop, “produciéndose colapsos de circulación, e incluso algún accidente que otro, que aunque han sido leves, pero se podían haber evitado si estuviera regulado por semáforos”. Ante esto, según Barriga, “hace más de cuatro años”, la asociación pidió a José Luis Barragán, concejal de movilidad del consistorio capitalino, la instalación de los semáforos, “y todavía estamos esperando”. El lugar es uno de los puntos de más trasiego de tráfico de la barriada, ya que en ese punto se cruzan los vehículos que transitan por la Avenida Valdelarco, y los que entran en la barriada, bien por el Torrejón, bien por la Avenida de Andalucía, a través de la avenida Gómez de Avellaneda.
Este es uno de los aspectos centrales de las reivindicaciones vecinales de Nueva Huelva. Pero además, y aunque Barriga reconoce que en este barrio “hay todo lo que se necesita para vivir”, el propio Barriga reconoce la “necesidad” de que las dos pistas deportivas del barrio “sean arregladas”, ya que están en total desuso y situación de abandono, sin material deportivo “y con una inversión hecha en iluminación que no ha valido para nada porque las pistas no se están usando”.

Además, Barriga lamenta que en el interior de la barriada no haya un colegio, y que los vecinos tengan que desplazarse, bien al Torejón, bien a la Hispanidad, bien al Seminario para que sus hijos vayan a la escuela. En apariencia, barrio tranquilo, situado en la confluencia de los barrios de Verdeluz, La Hispanidad y el Torrejón, que nació allá por 1986 como la primera ampliación de la Avenida de Andalucía, y en el que en la actualidad habitan unos 2.000 ciudadanos onubenses: “Es un barrio de familias jóvenes, de entre 25 y 40 años,con muchos niños, pero con una escasa participación vecinal. Apenas un 1% de los vecinos participan de las activades de la asociación”, lamenta Barriga, quien vaticina que esta falta de participación “provocará el cierre de muchas asociaciones vecinales”.

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