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Afrontar los exámenes

EDUCA-te en psicología

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  • Javier Delgado García -
  • Psicólogo infantil EDUCA

Ya ha comenzado el curso académico, y de aquí a un tiempo comenzará la época de los exámenes, con el consiguiente estrés que esto provoca tanto a jóvenes en edad escolar como a los que ya están en niveles educativos superiores.

No es fácil enfrentarse a estos momentos, ya que cada vez es mayor el nivel que se exige, así como también la continuidad con la que se evalúa la capacidad de estos estudiantes. Es decir, no sólo se hacen exámenes al final de cada cierto periodo escolar o académico, sino que es la evaluación continua la que prima actualmente, a lo que hay que sumar cierto tipo de exámenes, que por su mayor importancia o dificultad, preocupan aún más por ser los que abrirán las puertas a otros objetivos futuros.

Visto así, la presión a la que se ven sometidos los jóvenes puede alterar su vida cotidiana, al no saber cómo estructurar el exceso de responsabilidad que todo esto conlleva. No es difícil encontrar a estudiantes que ante esta situación no pueden concentrase o tienen problemas con el sueño y la alimentación, fruto del estrés continuado que durante este periodo de estudio presentan. Incluso es bastante habitual que recurran a la cafeína o busquen estimulantes para intentar aguantar toda la noche estudiando. Especial cuidado hay que tener con estas sustancias, ya que además de los perjuicios que tienen para la salud del joven, tampoco son muy eficaces porque la fatiga puede aparecer en cualquier momento de forma brusca.

Este cansancio acumulado, junto con los nervios del momento, pueden dar lugar a bloqueos mentales durante el examen, incluso habiendo estudiado muchas horas previamente. Pero esto no quiere decir que cierta activación no sea adecuada. Como regla general, niveles mínimos y máximos de ansiedad se asocian a rendimientos más pobres en la ejecución, mientras que grados medios de ansiedad se asocian a un mejor rendimiento en exámenes, donde es lógico que la tarea a realizar sea de bastante complejidad. Por lo tanto, es recomendable preparar y acudir a las pruebas con tranquilidad y energía, pero sin entrar en una dinámica de pasividad, desinterés o excesivo nerviosismo que haga cambiar nuestra atención hacia otros pensamientos que no son el estudio.

Y si, precisamente, no cambiamos la forma de pensar de estos estudiantes es probable que no se obtengan los resultados esperados. Es decir, hay que mentalizarlos de que, estudiando de manera organizada y de forma continuada, es posible superar los exámenes. Hay que hacerles pensar positivamente, que se den cuenta de que es una oportunidad, pero no la última que se encontrarán en el curso y a lo largo de su vida.

Por lo tanto, es importante no dejar de acudir a los exámenes, sino aprender gradualmente la forma de afrontarlos de modo optimista. Del mismo modo, resulta importante que con ayuda de profesionales, el estudiante sea capaz de reconocer cuándo la ansiedad le está desbordando, para poder desarrollar estrategias de respiración o de relajación muscular anteriormente aprendidas. En definitiva, nuestro objetivo es que el estudiante tenga recursos y apoyos suficientes para llegar al examen sin inseguridad y con preparación mental adecuada.

educa@cop.es   / Teléfono: 956 34 25 05

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