Ya tenemos el cuadro. Sólo nos faltaba la imagen gráfica y ya la tenemos. Se produjo la semana pasada. La pudimos seguir en televisión abriendo todos los informativos y las primeras páginas de los periódicos. Allí estaba el presidente de la Generalitat, Artur Mas, rodeado de ciudadanos que portaban las urnas que sirvieron para la consulta de noviembre y de alcaldes con bastones de mando. Mas, al centro, presidiendo la fotografía. En un plano superior, el que le daba las escalinatas del Palacio de Justicia de Cataluña. En uno inferior el resto. Como fondo y a modo de gallardetes, la “estelada”. Una imagen, ésta, mil veces reproducidas en obras pictóricas de todas las épocas. Decenas de pintores la han representado para mayor gloria de revoluciones, líderes y la “historia de nuestro pueblo”.
¿Quién y por qué se la ha dado y producido? Los norteamericanos son especialistas en crear cortinas de humo. Telones que tapan el escándalo de turno del presidente o alto mando del momento. La película de serie “b”, Wag the Dog (Cortina de humo) de Barry Levinson producida en 1997, nos detalla de forma hilarante como para tapar el “affaire” del presidente de la nación estadounidense por cuestiones de sexo, se monta a estilo Hollywood, una guerra imaginaria en un país desconocido de Europa del Este.
Desternillante la secuencia donde el productor, el director de la noticia y el jefe del gabinete, discuten sobre el color del gato que en brazos de la víctima, ha de ser fulminado por una ráfaga de disparos de los malos. El argumento se va complicando a medida que avanza la historia y el desenlace es el de siempre, el pueblo, la nación, olvida lo del presidente. Para estas cosas los norteamericanos se la pintan solos. No en vano, son maestros del espectáculo y de la guerra.
Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina. Generosa ha sido la legislatura en producir y dar a conocer casos de corrupción. Los informativos de televisión y radio, los periódicos han dedicado mucho tiempo y espacio a ello. Todos se han visto afectados. Especialmente el partido político en el Gobierno de la Nación. Muy grave la reactivación y nuevas imputaciones a los dirigentes del partido en el Gobierno de la Generalitat. A escasos dos meses para que los ciudadanos expresemos nuestra opinión, el “problema catalán” asciende posiciones en el ranking de las noticias. Mientras, en los bares de Madrid y Barcelona, sólo se habla de una cosa, del tema. Del Madrid y del Barça, por supuesto.