De rastas y lactantes

Se constituyeron las Cortes, y lejos de quedarme en lo más destacado por los medios, en lo más comentado en los corrillos y programas de televisión, que si hay diputados con rastas, que si una señora de Podemos se llevo a su bebe varias horas a su escaño y que incluso le dio el pecho, yo me quedo con la preocupación de que hasta la nueva política no aportará nada nuevo para los andaluces.
Abierto también el mercadeo de cesión de diputados y senadores para vergüenza de votantes, que pensará un votante socialista cántabro, al ver a su senador, elegido por lista abierta, poniendo una cruz delante de su nombre, que finalmente este se integrará en el grupo de Esquerra en la cámara alta, votos socialistas en Cantabria para la defensa de la independencia de Cataluña, queda claro que todavía nos queda mucho por ver.
Podemos ofrece también diputados a la Izquierda Plural, pero estos deciden aliarse con EH Bildu para conformar grupo, aunque Garzón haya dejado claro que su preferencia habría sido aliarse con los diputados de Compromis. Parece que lo dicho por Artur Mas tras el acuerdo con la CUP para investir a Puigdemont, los acuerdos corrigen el resultado de las urnas es practica de todos, ¡qué cosas!.
Vuelvo al inicio, la nueva política, los partidos emergidos, en lo que respecta a Andalucía no aportaran nada nuevo, el poder de los votos de los andaluces son el resultado de escaños para dar más poder a otros territorios, y nuestra tierra silenciada, sin peso y lo que es peor, sin esperanza.
En entrevista a El Mundo, el responsable de organización de Podemos, diputado por Sevilla, dice literalmente: “los diez diputados andaluces de Podemos nos sentamos juntos, como hacen los compañeros de Cataluña, Valencia y Galicia. Es un elemento simbólico de pertenencia”.
Oiga, déjense de símbolos y ejerzan su poder, sus compañeros de esas comunidades no es que se sienten juntos, es que quieren tener grupo propio, portavoz y la capacidad de presentar iniciativas de forma independiente para defender los intereses de los votantes de sus territorios, lo demás son monsergas.  n