El pasado 3 de junio, el juez Mark Pizzo, del Tribunal del Distrito de Tampa, en Florida, ordenó a Odyssey que devolviera a España las monedas por considerar que existían suficientes pruebas que acreditaban su pertenencia al 'Nuestra Señora de las Mercedes', un navío de guerra español hundido en 1804. Odyssey, que denomina al caso 'Cisne Negro', anunció inmediatamente que recurriría la decisión.
En su impugnación, hecha pública ayer --cuando concluía el plazo para apelar la decisión del juez--, la empresa asegura que el cargamento del 'Nuestra Señora de las Mercedes' era de "naturaleza comercial y pertenecía a otras partes distintas de España". Asimismo, considera que el juez de Florida "no fue capaz de diferenciar entre el cargamento y otras propiedades que son el sujeto de este caso, por una parte, y el buque del que procedían, por otra".
El informe y las recomendaciones del juez Pizzo no tienen en cuenta "las evidencias presentadas por Odyssey de que el 'Mercedes', el buque que, según España, ha sido localizado en el lugar, estaba participando en una actividad comercial en su último viaje y que la gran mayoría de su cargamento era propiedad comercial privada", se lee en el texto de la alegación.
"Estos hechos son fundamentales" porque "excluyen la aplicación de la inmunidad soberana reclamada por España en virtud de la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras", a la que no se puede invocar en este caso porque las monedas encontradas "no son propiedad de España", prosigue la empresa 'cazatesoros'.
"La inmunidad soberana es una derogación del ejercicio normal de la jurisdicción por parte de los tribunales y debe aplicarse únicamente en casos evidentes", advierte Odyssey. "Éste no es uno de esos casos y, por ello, se deben mantener las objeciones de Odyssey y rechazar las conclusiones" del juez de Florida, manifiesta el texto de la impugnación.
En mayo de 2007, Odyssey anunció el descubrimiento de un cargamento de 500.000 monedas de oro y plata. El rescate del pecio llevó a España a iniciar un juicio de propiedad sobre los bienes hallados en sus bodegas ante el tribunal del distrito de Tampa, Florida. Las 17 toneladas de monedas halladas están valoradas en 400 millones de euros.