Comerciantes, hosteleros y vecinos de la avenida del Ejército se quejan de los constantes problemas que deben asumir debido a la reestructuración realizada en la misma, que pasó a ser de doble sentido a tener sólo uno, lo que reduce la afluencia de público en los establecimientos de la misma.
Esta zona, que siempre ha sido considerada como el segundo centro comercial de la ciudad, siendo el primero el histórico, se ha devaluado desde que el equipo de Gobierno tomó dicha decisión. Apuntan algunos afectados que el caos circulatorio y los atascos son frecuentes, mucho más que con anterioridad, y si antes el problema estaba en los vehículos que aparcaban en doble fila, la solución hubiera sido más patrullas de Policía Local controlanzo la zona y poniendo multas, lo que haría que la gente se concienciara de que no se puede aparcar invadiendo un carril de circulación.
Antes los clientes, consideran los hosteleros, entendían El Ejército como una avenida, como indica su nombre, pero ahora la ven como una calle más. Además, la dirección única, señalan, hace que muchos clientes, que antes, con motivo de la doble circulación, daban varias vueltas por los alrededores buscando aparcamiento, si no tienen posibilidad de aparcar a la primera, debido a los rodeos que deben dar para volver al mismo sitio, se desesperan y acaban acudiendo a otras zonas donde haya más facilidad de aparcamiento, lo que devalua sus establecimientos.
Por supuesto, son conscientes de que la crisis económica ha hecho que baje la clientela, pero consideran que algunos locales no tendrían que haber cerrado, como ya lo han hecho tres en toda la avenida, debido a que la afluencia de clientes no hubiera disminuido tanto. Se ha forzado así incluso a despidos que no se tendrían que haber dado según las previsiones de los comerciantes de la zona.
Otro problema es la limpieza de la avenida. Para empezar, hay negocios que se ven afectados por la actual disposición de los contenedores de basura que, con anterioridad se encontraban situados en la plaza Miguel del Pino, estando ahora en la puerta de algunos establecimientos, lo que conlleva que los clientes se piensen si entrar o no, teniendo en cuenta el olor que dejan ciertos desperdicios, y más teniendo en cuenta que la de 2009 es una etapa estival con altas temperaturas.
Además, debido a la disposición de los vehículos, en batería, y de los propios contenedores, así como por el poco espacio del que disponen los camiones de la limpieza, son muchas las ocasiones en que las isletas no se limpian en perfectas condiciones, lo que provoca que se queden los restos por detrás, devaluando la imagen de la avenida del Ejército. Por ello, algunos comerciantes incluso se están viendo forzados a tener que baldear los tramos que corresponden a sus establecimientos, para mantener a la poca clientela que tienen.
Por otro lado, los vecinos de las viviendas que dan a la avenida están teniendo problemas con los árboles de la misma, que no se han podado en tiempo y forma. Esta situación provoca que roedores e insectos incluso tengan acceso a los primeros pisos de los edificios. Los afectados ya se han puesto en contacto con el área de Medio Ambiente, recibiendo una respuesta que no consideran lógica ni idónea. Desde dicha concejalía les informan que no hay personal suficiente para llevar a cabo la poda de los árboles de esta calle puesto que hay menos empleados con motivo de los periodos vacacionales.
Finalmente, comerciantes y vecinos se preguntan qué pasará cuando comiencen las obras de la plaza de toros, puesto que el caos circulatorio aumentará. Además, no entienden aún cómo el equipo de Gobierno ha cambiado el sentido de circulación habitual de esta avenida, cuando la experiencia acumulada a lo largo de los años ha demostrado que lo anterior funcionaba.