Las imágenes muestran estampas cotidianas de Oruco, como comercios y personas trabajando. Las fotografías que se vendan a una asociación que trabaja con niños de la calle en Bolivia.
Nicolás Ortiz cuenta que “losmonitores y los niños nos aportaron una gran lección de humanidad pese a que sufren malnutrición y una importante escasez de servicios e infraestrucutras”.