Real Madrid - Milán, 16 Copas de Europa sobre el terreno de juego
El estadio Santiago Bernabéu reedita ?la madre de todos los partidos?
El estadio Santiago Bernabéu acogerá un clásico europeo, un Real Madrid-Milán con sabor a historia, que el vicepresidente rossonero Adriano Galliani califica como “la madre de todos los partidos”, entre los dos equipos más laureados de viejo continente, con 16 Copas de Europa sobre el terreno de juego.
Un duelo entre Real Madrid y Milán siempre es atractivo por la historia pasada. Más allá de los momentos que vivan los dos clubes –con un proyecto ambicioso para recuperar el prestigio perdido los madridistas por uno de transición, con una mezcla de veteranos con jóvenes en un año económico complicado para los italianos–, los focos apuntan siempre al enfrentamiento entre los dos equipos con Copas de Europa en sus vitrinas (nueve contra siete).
Una final de Copa de Europa, 3-2 para el Real Madrid en la temporada 1957-58, o los temidos enfrentamientos para la Quinta del Buitre a finales de la década de los 80 ante aquella máquina de hacer fútbol con Baresi, Maldini, Rijkaard, Gullit, Van Basten y compañía, representan perlas de la historia futbolística.
La última vez que se vieron las caras, hace seis años, en el caluroso regreso de Fernando Redondo al Bernabéu, se exhibieron Raúl González y José María Gutiérrez Guti. En esta ocasión, el segundo capitán no estará. Manuel Pellegrini no le ve plenamente recuperado del esguince de tobillo que sufría y se queda fuera.
Respira el Milán que siempre ha pretendido a Guti, admirado de su fútbol en cada encuentro que han medido fuerzas. Y lo hace también por la baja de Cristiano Ronaldo, que engrosa la lista de ausencias blancas por lesión junto a Metzelder, Gago y Van Nistelrooy.
Sí estará para liderar el juego del Real Madrid el brasileño Kaká, que se reencuentra a las primeras de cambio con su ex equipo en un día especial. En un estadio donde, curiosamente, el Milán nunca ha sido capaz de ganar en la Copa de Europa. Cuatro derrotas y un empate es su balance.
Aunque los precedentes recientes de partidos del Real Madrid ante conjuntos italianos no le son favorables. En las dos últimas ediciones de la Liga de Campeones ha jugado seis partidos de los que perdió en cuatro y tan solo ganó uno.
Mejorar el juego y mantener la pegada (el conjunto de Pellegrini tiene una media de tres goles por partido) es el objetivo madridista. El técnico chileno mantiene dos dudas en un equipo titular en el que es indiscutible Iker Casillas que cumplirá cien partidos en la competición más prestigiosa de Europa.
Residen en el centro del campo donde Mahamadou Diarra puede sentar a Lass, que llega tocado por un golpe en la rodilla. Y en la delantera donde la irregularidad de Karim Benzema le puede convertir en suplente en beneficio de Gonzalo Higuaín. Solo unas molestias musculares del argentino pueden evitar el cambio a última hora.
El Real Madrid encontrará a un Milán reanimado del coma en el que se encontraba tras su victoria con remontada contra el Roma en la última jornada del campeonato italiano, y con la necesidad de sumar puntos vitales para pasar de ronda en Europa, tras el gran paso atrás que dio con la derrota en su estadio ante el Zúrich.
Por ello, Leonardo, técnico del Milán, se la tiene que jugar y no excluye repetir el sistema 4-3-3 que remontó el partido en el segundo tiempo contra el Roma, con el holandés Clarence Seedorf en la banda izquierda y el tridente formado por Ronaldinho, Pato y Filippo Inzaghi.
Leonardo puede dar una oportunidad a Dinho, que se reivindicó el fin de semana con su conexión letal con Pato. El brasileño sueña con recuperar la mejor de sus imágenes y ningún escenario mejor que el Bernabéu, donde tuvo actuaciones estelares con el Barcelona. El otro as en la manga de Leonardo puede ser Inzaghi, un jugador especialmente motivado ante la que puede ser, a pesar de su amplia experiencia internacional, su primera vez en el Santiago Bernabéu.
Un duelo entre Real Madrid y Milán siempre es atractivo por la historia pasada. Más allá de los momentos que vivan los dos clubes –con un proyecto ambicioso para recuperar el prestigio perdido los madridistas por uno de transición, con una mezcla de veteranos con jóvenes en un año económico complicado para los italianos–, los focos apuntan siempre al enfrentamiento entre los dos equipos con Copas de Europa en sus vitrinas (nueve contra siete).
Una final de Copa de Europa, 3-2 para el Real Madrid en la temporada 1957-58, o los temidos enfrentamientos para la Quinta del Buitre a finales de la década de los 80 ante aquella máquina de hacer fútbol con Baresi, Maldini, Rijkaard, Gullit, Van Basten y compañía, representan perlas de la historia futbolística.
La última vez que se vieron las caras, hace seis años, en el caluroso regreso de Fernando Redondo al Bernabéu, se exhibieron Raúl González y José María Gutiérrez Guti. En esta ocasión, el segundo capitán no estará. Manuel Pellegrini no le ve plenamente recuperado del esguince de tobillo que sufría y se queda fuera.
Respira el Milán que siempre ha pretendido a Guti, admirado de su fútbol en cada encuentro que han medido fuerzas. Y lo hace también por la baja de Cristiano Ronaldo, que engrosa la lista de ausencias blancas por lesión junto a Metzelder, Gago y Van Nistelrooy.
Sí estará para liderar el juego del Real Madrid el brasileño Kaká, que se reencuentra a las primeras de cambio con su ex equipo en un día especial. En un estadio donde, curiosamente, el Milán nunca ha sido capaz de ganar en la Copa de Europa. Cuatro derrotas y un empate es su balance.
Aunque los precedentes recientes de partidos del Real Madrid ante conjuntos italianos no le son favorables. En las dos últimas ediciones de la Liga de Campeones ha jugado seis partidos de los que perdió en cuatro y tan solo ganó uno.
Mejorar el juego y mantener la pegada (el conjunto de Pellegrini tiene una media de tres goles por partido) es el objetivo madridista. El técnico chileno mantiene dos dudas en un equipo titular en el que es indiscutible Iker Casillas que cumplirá cien partidos en la competición más prestigiosa de Europa.
Residen en el centro del campo donde Mahamadou Diarra puede sentar a Lass, que llega tocado por un golpe en la rodilla. Y en la delantera donde la irregularidad de Karim Benzema le puede convertir en suplente en beneficio de Gonzalo Higuaín. Solo unas molestias musculares del argentino pueden evitar el cambio a última hora.
El Real Madrid encontrará a un Milán reanimado del coma en el que se encontraba tras su victoria con remontada contra el Roma en la última jornada del campeonato italiano, y con la necesidad de sumar puntos vitales para pasar de ronda en Europa, tras el gran paso atrás que dio con la derrota en su estadio ante el Zúrich.
Por ello, Leonardo, técnico del Milán, se la tiene que jugar y no excluye repetir el sistema 4-3-3 que remontó el partido en el segundo tiempo contra el Roma, con el holandés Clarence Seedorf en la banda izquierda y el tridente formado por Ronaldinho, Pato y Filippo Inzaghi.
Leonardo puede dar una oportunidad a Dinho, que se reivindicó el fin de semana con su conexión letal con Pato. El brasileño sueña con recuperar la mejor de sus imágenes y ningún escenario mejor que el Bernabéu, donde tuvo actuaciones estelares con el Barcelona. El otro as en la manga de Leonardo puede ser Inzaghi, un jugador especialmente motivado ante la que puede ser, a pesar de su amplia experiencia internacional, su primera vez en el Santiago Bernabéu.
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