Curioso. Días atrás, gente principalmente de derechas en España, culpaba al Gobierno por las miles de muertes bajo el razonamiento de no haber hecho caso a la Organización Mundial de la Salud OMS, que supuestamente había avisado con tiempo sobre las consecuencias de la pandemia de coronavirus y claro, los malvados bolivarianos pensaron, frotándose sus rojas manos, mientras sus pupilas miraban nerviosas a uno y otro lado: ‘jajajajaja, que se mueran, que se mueran, jajajajajajaja, que se mueran todos, todas y... todes’.
Y hoy, ¡tachán! esa gente principalmente de derechas en España que culpaba al Gobierno de Pedrito Sánchez, ataca ahora también a la OMS, sin importarles un pijo que sea una paradoja contradictoria la evolución del discursoHan pasado algunas semanas y la cosa se pone chunga en muchos otros países, como en Estados Unidos. La izquierda, de forma ruin y lamentable, parece alegrarse porque allí gobierna la derecha, pero claro, se confirma la teoría de que la pandemia es un marrón gordo para casi todos los países, independientemente de quien esté al mando de la nave.
Aún más lamentable es que el pato Donald que allí está en el poder, para quitarse los miles de muertos de encima, culpe a la OMS de no ser previsora y, por lo tanto, anuncia que le retira el apoyo económico. Y hoy, ¡tachán! esa gente principalmente de derechas en España que culpaba al Gobierno de Pedrito Sánchez, ataca ahora también a la OMS, sin importarles un pijo que sea una paradoja contradictoria la evolución del discurso. Si la OMS no hizo nada, si la OMS es un organismo asqueroso y politizado, si la OMS hizo caso omiso de lo que le advertían desde China más o menos en las navidades de 1.835, para qué mierda tenía que hacerle caso Pedrito el sociata. En fin, para mear y no echar gota. Eso sí, me quito el sombrero ante el gran Steve Bannon.
Entre la izquierda, la derecha y el centro, nuestra España, pues sin barrer, convertida en un puto río revuelto para ganancia de los pescadores de siempre, esos que, puro en boca y alma que cotiza al alza en Bolsa, se pasan las ideologías por los cojones mientras los millones de desgraciados se pelean y no se desean entre ellos.
Tampoco es que se pueda esperar mucho de nosotros como especie. Los ataques contra antenas de telefonía 5G en Reino Unido, Irlanda, Países Bajos o Chipre porque un bulo la vincula con la propagación del Covid-19, son un ejemplo que sirve para entender lo listo que somos. Decía Göbbels, ministro de Propaganda del tercer Reich, que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Se equivocaba el muy cabrón. Basta con que cinco capullos la repitan y un puñado de bots sociales, la retuiteen. Listo. Al otro lado, el bulo, si confirma algo de la ideología del lector, pasará a formar parte de su ser y lo soltará allá por donde se sienta cómodo siendo cuñado. Y más en estos tiempos de política de forofos.
El otro día, una amiga habló por redes del efecto Dunning-Kruger, que “es un sesgo cognitivo según el cual los individuos con escasa habilidad o conocimientos sufren de un sentimiento de superioridad ilusorio, considerándose más inteligentes que otras personas más preparadas, midiendo incorrectamente su habilidad por encima de lo real”. Vamos que al tonto le cuesta trabajo reconocerse ante su espejo. Y chicos, qué cierto es. Citando a Charles Darwin, resulta que “la ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”. El pobre Charles, si abriera los ojos en una de esas aulas repletas de alumnos en las que sus padres se niegan a que les enseñen la teoría de la evolución y sin embargo permiten que les destrocen sus cerebros con el creacionismo, se metía un tiro en la soledad de Islas Galápagos.
Pero para concluir, y cómo he visto cómo, de repente, hay gente en España que, ¡tachán!, ataca ahora a la OMS como si una mano invisible se les metiera por el culo en un claro ejercicio de ventriloquía, pues quiero que repitan conmigo... “Younes es guapo, inteligente y un gran amante en la cama gracias a su descomunal pene”, “Younes es guapo, inteligente y un gran amante en la cama gracias a su descomunal pene”... Así mil veces... ¿Ya? ¿Lo ven? Ahora, según Göbbels, soy guapo, inteligente y un gran amante en la cama gracias a mi pene descomunal.
PD: Estoy a favor de las donaciones de Amancio Ortega. También de que los ricos paguen más impuestos. Estoy a favor de la Sanidad Pública. También de que quien quiera se gaste su dinero en una privada. Estoy en contra del olvido de las barbaries de la dictadura franquista. También del olvido de las masacres de ETA. Un dictador, ya sea de izquierda o de derecha, es un hijo de la gran hurta. Pero lo siento, me veo en el espejo y me veo feo, no muy inteligente y ciertamente el tamaño de mi pene da pena. Así que no, aunque para algunos sí, por más que repitáis una mentira no llegará a ser verdad, lo único que se logra es engañar, lo cual es ruin. Pero en fin, lo mismo es que no logro sacarme la mano que guía mi discurso desde lo más profundo de mi ano.
